Cuando salimos de la habitación donde me vestí de nuevo, vimos a los dos hombres adinerados firmar papeles, contratos y cheques. Al finalizar el papeleo el señor Kang me dio una ultima mirada y se fue.
Kayto me agarró del brazo y me llevo hasta donde estaba mi nuevo amo. Aquel chico que llamó mi atención desde el momento en que lo vi. Sus facciones, su cabello, su personalidad, incluso la forma en la que camina me dejó atónito y con ganas de ver más de él.-Señor Min, buenas noches. Soy el encargado de su sugar baby y antes de poder entregarlo necesito estar seguro de que tiene la facilidad de cuidar y complacer a su baby. Creo que es mas que obvio, pero es el protocolo. Hmm... ¿tiene una base segura de la cual pueda obtener dinero?, a lo que me refiero es si es seguro que tendrá dinero para poder mantener a su sugar baby. -me jaló un poco y di un paso adelante-
Jimin. Su nombre es Jimin. -sonrío de manera formar.-Si señor Kayto.
Soy dueño de mi propia empresa, creo que no es necesario dar el nombre.-No señor, no lo es.
Bien... Hmm... -Kayto comenzó a revisar hojas. Se notaba incluso desde lejos los nervios que tenía y la prisa del señor Min-.-Señor Kayto, ¿no podemos evitar éste procedimiento?
Es decir, no es la primera vez que compro y usted bien sabe que no carezco de dinero. Simplemente ahorrémonos todas estas preguntas innecesarias.-Está bien, haremos esto...
Kayto se acercó más a el señor Min y le susurró algo al oído, noté como se formaba una sonrisa discreta y pequeña en sus labios. Ambos al separarse asintieron y sonrieron. El señor Min firmó más papeles y después se dirigieron ambos hacia mi.
Kayto me entregó una maleta de tamaño mediano, pesaba un poco y era de color negro con las orillas rosas.
Intenté preguntarle qué era,pero no me dijo nada, solo me la dió y después se fue no sin antes haber hecho una reverencia.
El señor Min también se despidió, después dió media vuelta y se dirigió hacia mi.
Aclaró su garganta, y cambió su semblante. Ésta vez no se veía tan serio. Pude notar un pequeño destello de luz en sus ojos, o tal vez solo vi mal.-Mí nombre es Min Yoongi. ¿Cuál es el tuyo, pequeño?
-Park Jimin señor... -estaba bastante nervioso, mi voz temblaba un poco y mi tono fue bastante bajo. Inconscientemente comencé a jugar con mis dedos, bajé mi mirada y no dije nada más.
-Te llevare a casa, sígueme. -Me estiró la mano, la tome algo temeroso y comenzamos a caminar, al salir del edificio se acercó un carro negro, se veía bastante lujoso, pues a pesar de ser de 4 cilindros se veía bastante espaciosa. Al llegar frente a nosotros, un sujeto salió de éste y nos abrió la puerta, el señor Min me indicó que subiera primero.
Metí primero mi cabeza y gateé hasta mi lugar, sentí un poco de frío en mis piernas y recordé las prendas que traía puestas. Volteé rápidamente, sentándome y buscando la mirada de mi comprador, pero fallando al notar que se había volteado. Unos segundos después se metió al carro.
-No vi nada por si es lo que te preocupa.
Sentía mis mejillas calientes lo cual indicaba que estaban bastante rojas.
El camino fue silencioso, lo único que se escuchaba era el ruido del motor, y las personas de las calles... sentía una mirada pero no fui lo suficiente valiente para confirmar que el señor Min era quién me observaba. Después de unos minutos bastante largos de camino, llegamos a una casa demasiado grande, el barrio se veía muy lujoso.
De nuevo abrieron la puerta, el señor Min salió primero, después él mismo me extendió la mano para poder salir, la tomé y salí lento cuidando que mi falda no se alzára de más.-Gracias. -dije nuevamente bajito. Por más que intentara hablar firmemente, no podía, mi voz se había escondido por algún rincón recóndito dentro de mi cuerpo.
Me avergonzaba muchísimo que fueran así de atentos conmigo, usualmente no lo son, solo me tratan como un pedazo de carne, nunca como un ser humano, y aunque el que te abran la puerta y te ayuden a salir no es algo del otro mundo, nadie lo había hecho antes por mi.
Vi como asintió y comenzamos a caminar.
Iba a soltar su mano pues ya había salido del carro, pero su agarre nunca cedió, incluso sentí que lo reforzó un poco más para evitar que lo soltase. Caminamos por un patio bastante largo, estaba lleno de flores de diferentes colores, a pesar de que era de noche, se podía distinguir bien la diversidad de especies que había.
Era muy bonito, pero no sabia si podría disfrutar de él.
Anteriormente ya había sido un sugar-baby, pero no de una manera bonita. No permitía que ellos me hicieran algo, no dejaba que me tocaran, y gracias a eso me ganaba golpizas muy grandes. Sigo siendo virgen, pero no sé si es algo por lo que debería ser feliz, pues gracias a eso soy más cotizado y muchos hombres asquerosos con dinero tratan comprarme.Kayto me había enseñado bastantes cosas sobre las relaciones sugar daddy-sugar baby.
Aún que se muy bien que no todas las relaciones son iguales.... es exactamente lo que me daba miedo. El tener esa espinita que me repetía constantemente retumbando por todo mi ser, aquella pregunta de cómo sería mi vida de ahora en adelante. ¿Seré feliz?, ¿tendré libertades?, ¿podré vivir cómo ser humano?...Estaba tan metido en mis pensamientos que cuando me di cuenta, ya estábamos frente a la puerta la cual era bastante grande, y fue abierta sin la necesidad de tocarla previamente.
-Buenas noches señor Min, ¿Cómo estuvo su viaje? -dijo un joven, que yo calculo con aproximadamente 25 años. Alto, delgado, cabello negro y voz suave y pacífica. El mayordomo supongo.
-Bien. Kyu, por favor asegúrate que la cena esté hecha, después de eso puedes retirarte.
-Señor Min, la cena está hecha... Solo lo esperábamos para calentarla y poder servirla.
-Me ocuparé de unas cosas, por favor mantenla lista.
-Sí, señor. -El mayordomo asintió y se retiró-.-Sígueme Jimin. -Dijo el señor Min en cuanto entramos a la enorme mansión. El tono de voz que usaba al hablar me daba escalofríos, tenía una voz demasiado masculina, muy grave y a la vez parecía un poco ronca.
Caminamos derecho, pasamos por unos cuantos pasillos y abrimos un par de puertas.
Al llegar, entramos a lo que supongo es un despacho. El señor Min me indicó sentarme y bueno... Así lo hice, él rodeó su escritorio de madera barnizada, demasiado fino y se sentó frente a mi en una silla grande, con respaldo un poco reclinable forrado con lo que parecía ser cuero.-Bien Jimin.—Su voz hizo que me sobresaltara, mi corazón latía más rápido cuando me hablaba directamente a mi, tal vez sea por el hecho de que, cuando lo hace, no aparta su mirada de mis ojos—.
Parece ser una persona que al hablar va directo al punto, demasiado sincera, incluso si te hace daño, y calculador... Muy calculador.
Todo se debe hacer como cuando y donde él lo dice... Al menos eso veo yo con el poco tiempo que llevo de estar con él, el cual consta de... Aproximadamente.... 5 horas a lo mucho.-¿Haz visto la película de 50 sombras de Gray?
Okey... Si tenía miedo, ahora tenía pánico. Por supuesto que la había visto, Kayto nos obligaba a ver esa clase de cosas incluso, algunas sin censura, aún que creo yo que era más bien pornografia, bueno... Obvio que era pornografia pero, a lo que voy, es que esos videos no eran publicados como una pelicula. El decía que era "para mejorar nuestro desarrollo y aprendizaje como sugar baby's". Idiota, todos sabíamos que era para pajearse mientras nos imaginaba a todos nosotros sobre él.
-Si señor, la he visto.
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25 Millones.
Fanfiction3 millones fue la primera oferta. 8 millones fue la segunda oferta. El señor Kang terminó comprandote por 12 millones. El tipo de cabellera azul está dispuesto a pagar más del doble por ti. Donde Jimin se esfuerza para tomar una postura firme e imp...