Precio a pagar

3K 263 813
                                    

Komaeda se encargó de la limpieza por algunas horas, no le molestaba realmente, siempre y cuando Kotoko no decidiera colocarle más disfraces estaría bien.

Al menos lo distendía de todo lo que había ocurrido últimamente, se sentía en gran parte triste por haber dejado a sus compañeros cuando por fin se sentía medianamente aceptado pero el temor a que algo horrible les ocurriera era peor. No conocía los alcances que su suerte podría causar y si alguien moría por su culpa Hinata podría odiarlo, o al menos era lo que creía en su mente, Nagito no deseaba qué alguien que él quería lo odie, no era una sensación agradable. Pese a su forma despreocupada de actuar lo cierto era que aquellas situaciones le dolían mucho.

Sus pies se movían ágilmente mientras barría una de las habitaciones de tonalidades pastel en la casa de Kotoko, el lugar no estaba demasiado desordenado por lo que no le fue difícil asearlo.

La mente del chico albino divagaba en los recuerdos de sus compañeros y de su familia, quizá el saber que estaba empeorando lo dejaba aún más sensible a estos detalles. Nunca le había importado realmente su vida, quizá porque nunca había tenido algo tan importante como para preocuparse, incluso su propia existencia le era indiferente.

Pero se había encariñado con Hinata, más de lo que quisiera admitir, justamente por eso sentía que alejarse era la mejor forma.

"Después de todo me olvidará pronto, nadie recordaría a alguien como yo, jamás lograría ser tan especial como los demás lo son para él".

Su energía se concentró nuevamente en la limpieza mientras oía a Kotoko practicar sus líneas en la otra habitación. Tal vez estar en ese lugar no era algo que pudiera considerarse como mala suerte después de todo, tendría comida y un lugar donde dormir donde no podrían encontrarlo aún si lo intentarán. Aunque el chico no creía realmente que lo buscarían de todas formas.

________________________________

_ ¿Realmente crees que estará donde dices? _ Preguntó el mafioso con expresión seria_ Al parecer nadie lo ha encontrado en esa vieja casa.

_ Es algo preocupante en verdad_ El castaño estaba seguro casi a un 90 % que estaría allí, tendría que usar la ayuda de Kamukura, aunque no lo quisiera, eran la misma persona y estar en una relación hostil con él mismo no ayudaría nada para estas circunstancias.

_ ¿Q-qué vamos a hacer?

_ Tenía la esperanza de que fuera encontrado por los oficiales, pero ahora las pistas son aún más difusas y salir podría ponernos en riesgo.

_ Bueno no debe ser tan raro, quiero decir, Komaeda es un chico de apariencia muy llamativa. Posiblemente podríamos encontrarlo o al menos preguntar por si alguien lo vio_ El impostor tenía un buen punto allí, pero no dejaba de ser arriesgado.

_ Podría ir solo, sería menos arriesgado.

_ ¿Qué eres idiota? Ya perdimos a uno por irse de rositas y ahora quieres ir tú_ Kuzuryu sonaba muy molesto.

_ ¿Tienes algún plan?

_ Puedo mover a mi gente, seguramente encuentren alguna pista en las calles no se les puede escapar un mocoso con una pelusa blanca en la cabeza, déjenmelo a mí tendré noticias nuevas en algunas horas.

_Ahora solo resta esperar.

Con aquello dicho el grupo se dispersó intentando poner su mente en otras actividades hasta tener más información.

Hinata sonrió de lado, le alegraba ver que sus amigos estuvieran atentos o al menos un poco preocupados por su compañero, solo esperaba que no hubiera ocurrido algo demasiado malo como que se haya suicidado o fuera capturado por personas con malas intenciones, eso podría poner las cosas aún más difíciles.

Un motivo para vivir (Hinakoma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora