Seguridad

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Luego del ataque de pánico que presentó Komaeda en su habitación, el castaño solo pudo quedarse fuera esperando alguna noticia del médico.

Esté salió luego de un rato con un semblante serio y contempló a Hinata por breves segundos antes de poder hablar.

_No se preocupe, se encuentra estable. ¿Tiene tiempo para charlar?

Asintió siguiendo al médico hasta un consultorio particular. Estaba inquieto y preocupado por el estado de Nagito, no le fue difícil notar que, por su poca movilidad y estado mental, algo grave le había pasado.

El peli-nube solo alcanzaba tal estado de locura en momentos críticos. Al menos eso era lo que había llegado a analizar luego de pasar tiempo con él.
Estando tranquilo era difícil que se alterará, pero esta era la primera vez que lo notaba tan mal, pese a verlo enloquecer por el juego de matanza.

Aunque nunca le había prestado especial atención en ese tiempo por lo que quizá estás eran reacciones normales ante algún peligro. Sea lo que fuere el profesional en cuestión le comunicaría que ocurrió.

El hombre le invito a tomar asiento mientras rebuscaba en sus expedientes.
Hajime aún buscaba mentalizarse que les diría a sus compañeros. Si Komaeda iba en tal estado al hotel no sabría cómo reaccionarían los demás.

Salió de sus pensamientos cuando un expediente cayó sobre la mesa, en él estaba el apellido de Nagito y varios conceptos médicos que de no ser por los talentos que poseía no comprendería.

El hombre frente a él prosiguió a hablar mientras ojeaba las páginas.

_Tiene varias heridas internas. Estará aquí un tiempo.

_ ¿Qué tiene?

_Fracturas en costillas y una pierna quebrada, deberemos extraer la mano metálica por si acaso. También llegó con heridas internas en el abdomen, golpes en varias partes del cuerpo, cortadas en varias zonas que pudieron causar infección...y un desgarro interno con múltiples hemorragias en su ano. Causadas por un objeto corto punzante, aunque también encontramos restos de semen.

Por más que ambos intentaban mantenerse inmutables sobre el tema lo cierto era que solo leer aquel expediente les causaba dolor. Más en Hinata quien poco a poco comprendía la gravedad de la situación.
Alguien había torturado y violado a su compañero hasta dejarlo en tal lamentable estado.

Parecía ser que todo encajaba en su lugar, el comportamiento del albino era esperable.
No podía evitar sensibilizarse con ello, más aun cuando Komaeda había mejorado tanto vinculándose con los demás.
Se veía que poco a poco deseaba buscar su motivación, su propia "esperanza y futuro" pero ahora esto se convertiría en un gran problema.
Solo reforzaría sus defensas e ideas destructivas respecto a su suerte.

"Suerte...Incluso con Kotoko allí, su suerte no le afecto a ella".
Fue un dato que le resultó sumamente interesante. Sobre todo, para reforzar sus teorías, pero se preocuparía por ello más tarde.

Hinata termino la charla con el médico, al parecer ellos cuidarían bien del chico y podría recibir visitas siempre y cuando no lo alterarán emocionalmente.
También cabía la posibilidad de un tratamiento psiquiátrico para Komaeda, considerando la cantidad de traumas y heridas emocionales que portaba, Hinata no negó la idea, podía darse a futuro.

Le entrego la carta de sus compañeros a una enfermera para que Nagito pudiera leerla al despertar y fue directo al hotel.
El horario de visita no era muy extenso pero alcanzaba para chequear el estado del peli-nube.

Se dirigió al lobby ensayando internamente las palabras en su cabeza respecto a lo que debía decir y cómo decirlo, cuando Mioda salto sobre él haciéndolo tambalear.

Un motivo para vivir (Hinakoma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora