Prólogo.
—Déjalo, sabes muy bien que no te ama—dijo entre susurros mientras me tocaba.
—No lo haré, soy su esposa—dije dejándome llevar por sus manos que recorrían mi cuerpo.
El sentir como su aliento y el mío tenían contacto, era una de las mil formas que Harry me ponía al borde de la excitación.
Cada caricia que me dedicaba, cada beso me envolvía en su prejuicio.
Solo pasaría una cosa si llegara a enamorarme de Styles... dejar a mi marido.