Capítulo once.
—Amor...—saludo Aarón. —Buenos días Harry.
—Hola Aarón—saludo Harry algo nervioso.
—Pensé que estabas en la oficina— dije aún estando a un costado de Harry.
—Salí temprano, llegue a casa y Susan me dijo que estabas aquí.
—Ah si, Susan... Bueno, creo que se hace tarde—comente algo nerviosa.
Talle mis manos unas a otras y corrí a un lado de Aarón. La manera en la que él miraba a Harry era tan severa que yo misma quería reír por verle la cara a mi marido.
Harry lo noto y como pudo trato de esconder una risa entre sus manos.
Al igual yo también me reí en mis adentros, mientras comenzaba alejarme de ahí.
—Nos vemos Harry—se despidió Aarón siguiéndome.
—Hasta luego Aarón—chirrió Harry entre risas.
Por la tarde, de mis ganas hubiera ido a caminar, a pasear por ahí todo lo que se pudiera hacer, menos ir aquella "Fiesta"
—Hija, ¡que bueno que llegas corazón!— enfatizó contenta mi madre.
Quien presurosa al verme me dio un gran abrazo y cientos de besos fingidos por mis mejillas. ¿Estaba contenta de verme? o tal vez algunos compañeros inversionistas de papá estaban aquí en su hogar.
No tenia una mala relación con mi madre, pero ella siempre a sido una mujer vanguardista, y sobre todo material, pero como olvidar las veces que prefirió un bolso de Prada o Chanel en lugar de una sonrisa de su pequeña en su recital de ballet.
—Hola mamá, por cierto feliz cumpleaños—dije sonriendo después de abrazarla «Nuevamente»
—Gracias, ¿Donde esta Aarón?— pregunto.
—Estaba hablando por teléfono con Liam, el esposo de Fabiola—aclare mientras me sentaba en el sofá del living de mis padres.
Acomode el hermoso vestido Dolce & Gabbana que me regalo Fabiola en mi pasado cumpleaños, cruce mis piernas y deje mi bolso aun costado de mi.
Observe como mamá tomaba asiento frente al lujoso sofá italiano que Aarón le había obsequiado, y gracias a eso, lo convirtió en un "Yerno excelente"
—¿Donde esta mi padre?— pregunte recargando mi codo en el respaldo del sofá.
—Esta en su despacho, no deja de trabajar—aclaro mientras tomaba la copa del martíni que me imagino había dejado anteriormente sobre la mesa de centro de la sala.
—Iré a saludarlo—exprese levantándome del sofá.
Mi madre se levanto junto conmigo y camino junto a mi.
—___ estas muy delgada, ¿Estas tomando pastillas anticonceptivas?—pregunto antes de entrar al despacho.
Deje la perilla y me gire para verla.
—No mamá, no las tomo—aclare rodeando mis ojos.
—¡¡Suegra!!
Se escucho la voz de Aarón, quien llamaba a mamá con tanto alegosijo, ella sonrió emocionada.
Camino hasta él, quien con tanta alegría la recibió, dándole un gran abrazo de "Feliz cumpleaños"
—Su obsequio.
Mi madre recibió la pequeña bolsa de regalo, e instantáneamente lo abrió, dejando el papel picado color fiusha tirado en el suelo. Tomo una pequeña caja color oro y la abrió.