Capítulo nueve.
Por la mañana, me levante temprano, no pude dormir gracias a los nervios que recorrían todo mi cuerpo.
Tenia que hablar con Susan, aunque me muriera de la pena.
Salí de la cama, tome una ducha, me vestí y baje.
—Buenos Días señora—saluda al verme entrar a la cocina.
—Buenos Días.
—¿Quiere desayunar?—pregunta.
—Si, pero antes quiero hablar.
Camino hasta el desayunador, tomo un banco y me siento, observo como Susan pica fruta, y hace jugo.
—Susan...
—¿Si?—pregunta atenta a la fruta.
—Con lo que viste ayer en la terraza, no quiero...
—Ayer yo no vi nada señora—interrumpe.
Abro mis ojos como platos ante lo que Susan dice. Me levanto y camino hacia ella. Me recargo en algún lugar de la cocina y la observo, ella sigue preparándome el desayuno.
—No se a que se refiere...
—Susan, no entiendo que es lo que estas diciendo, tu me viste ayer con Harry—digo nerviosa.
—No vi nada señora ___—sonríe.
Su sonrisa me da una señal de alivio, esta conmigo.
—Gracias, te lo agradezco— digo abrazándola.
—No hay de que, esos son temas que no me incluyen, es su vida no la mía.
—En serio, no sé como pagártelo.
—No se preocupe señora, ya necesitare de usted.
Nuevamente le agradezco. Sonrió por lo que dice, siento un peso menos de encima, desayuno más tranquila, pero ahora tenía que hablar con Harry.
Termino de desayunar y subo a mi habitación, veo el reloj, ocho quince de la mañana, era temprano.
Tomo una falda gris larga, con una pequeña hendidura detrás de esta, una camisa de manga larga blanca, me pongo unos tacones color beige, tomo mi bolso y salgo hacia la oficina de Aarón.
Subo a mi auto, cuando enciendo el motor mi celular comienza a timbrar.
—Hola Fabiola, buenos días...
—Hola ___, ¿ya estas lista? —pregunta.
—No, Iré a la oficina, necesito hacer unas cosas...
—¿Tu en la oficina? ¡Trágame tierra! — se burla.
—Jajaja —finjo una risa—que chistosa— digo sarcástica.
—Bueno, nos vemos luego.
—Si, claro, adiós.
Cuelgo y a toda prisa conduzco hasta las instalaciones de la empresa Mousse.
...
-Buenos Días señora Jeffrey- saluda una secretaria al verme entrar al edificio.
-Buenos Días- saludo.
Camino hasta los ascensores con la vista de todos los empleados en mi, y sabia porque, era extraño verme ahí después de no haber pisado aquel lugar desde hace años.
Subo hasta el último piso donde se encontraban las oficinas que generaban el empleo de Mousse.
—Señora Jeffrey...