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Kyuhyun:

Estaba teniendo serios problemas con el trabajo por lo tanto mis niveles de estrés iban por la cúspide, y mi desahogo era...bueno Sungmin. A veces si sentía que se me pasaba la mano pero ya era tarde para arrepentirme y no pensaba pedir perdón. Aquel día tenía que esperar por unos documentos en casa y deseaba desestresarme con mis libros favoritos que vaya a saber cómo terminaron arriba de la biblioteca. Con la fatiga de quedarme hasta tarde trabajando llame a Sungmin para que me los bajara. Cuando se me acerco en sus ojos había algo extraño, no veía el terror de siempre, algún otro sentimiento irreconocible para mí lo había cubierto.

-Sígueme –ignore aquello y me dirigí hasta mi estudio.

Fuimos en silencio hasta mi estudio donde al llegar le explique lo que quería señalando la parte superior del mueble. Vi como su cara se descompuso, fue ahí cuando note que era más bajo que yo pero no me importo.

Salió del estudio en busca de una escalera supongo. Mientras lo esperaba tome uno de los libros en mi escritorio, de esos que me faltaban pocas páginas para terminar y me recosté en el mueble a leer. Escuche como la puerta se abrió mas no levante la vista. Deje de prestarle atención a mi libro para escuchar lo que hacía, le estaba costando. Repentinamente un sonido que conocía muy bien me hizo levantar la mirada, la escalera no iba a aguantar hasta el final. Como predije se tambaleo y vi como Sungmin choco fuertemente contra el suelo y la escalera iba tras él. Me levante apresuradamente para tratar de detenerla, por fortuna logre agarrarla con mis manos antes que lo aplastaran. Lo detestaba sí pero tampoco quería que se lastimara de esa forma.

-Inútil –era como un sobrenombre que le tenía, lentamente abrió los ojos. – Por poco dañas mis libros –comente para que no pensara que me preocupaba por él o algo raro. Empuje la escalera que era bastante pesada ¿Cómo logro traerla hasta acá?

Me agache para recoger mis cosas y le observe, se había dado un buen golpe en la espalda no iba a poder con la escalera, mi intención tampoco era explotarlo.

-Le diré a Jang que venga por la escalera, retírate.

Era mejor que se fuera a descansar. Lo escuche salir con gran dificultad, me sentí algo mal por él. Justo ahí sonó el teléfono.

-Aló.

-Tengo los documentos –informo Heechul, mi compañero de negocios.

-Perfecto, voy para allá...

Pedirle a Sungmin que me llevara sería quizás demasiada crueldad pero mi flojera... Demonios. Cuando era pequeño esa condenada escalera me había caído encima, me fracturo el brazo, solo por eso esta vez tuve algo de compasión por él. Termine manejando yo mismo hasta casa de Heechul.

Sungmin:

Pase el resto del día en mi habitación, sorprendentemente Kyuhyun no llamo para pedirme alguna cosa absurda. Cuando dieron las 2am y estaba seguro que todos dormían salí del cuarto sin zapatos. Baje cuidadosamente las escaleras, no podía usar la entrada principal así que gire a la derecha y me metí por la cocina, allí había una puerta trasera. Antes de cerrar le eche un último vistazo al lugar...el único sitio donde había pasado buenos momentos, donde tenía gente que me apreciaba... Los rostros de la señora Eun, Jii-noona, el señor Gen y Jang vinieron a mi mente como un relámpago, sentí un ligero sentimiento de arrepentimiento. Sacudí la cabeza para apartarlos, no podía dar vuelta atrás...no quería volver a ver a Kyuhyun o a sus hermanos.

-Perdónenme... –susurre deseando que el viento les llevara mis palabras.

Pegué la carrera y agradecí que los perros me quisieran ya que si no hubiesen ladrado despertando a toda la casa.

Hermoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora