Hermoso Error

Gato

ADVERTENCIA: Se trata de un cap. de terror. Aconsejo no leerlo de noche a no ser que les guste el género. 

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Kyuhyun:

Habían pasado varios días desde mi conversación con Minho pero aun no tenía noticias suyas, tal vez mi petición no era tan simple como creíamos.

Esa tarde estaba atorado de trabajo y tuve que ir prácticamente al otro lado de la ciudad para encontrarme con un socio, Shindong, bueno tuvimos ya que me lleve a Sungmin conmigo... Manejar esa distancia iba mas allá de mi voluntad. Para mi mala suerte la reunión se extendió más de lo que me hubiese gustado y para colmo el auto se descompuso.

-¿Qué hacemos ahora? –pregunto Sungmin mientras nos encontrábamos apoyados fuera del carro.

-Caminar hasta la casa más cercana conocida que tengo –dije al fin muy a mi pesar...la casa más cercana era la de Henry, un amigo de la infancia.

-Sera... –acepto mi sirviente y comenzamos a caminar.

Nos mantuvimos en silencio durante el camino, realmente no había mucho tema de conversación entre nosotros... Incluso podría decirse que estábamos incómodos. Pase por debajo de un faro y me di cuenta de algo. Estaba solo. Me gire y encontré a mi acompañante agachado cerca de un matorral sosteniendo algo.

-¿Sungmin? –me acerque a curiosear y pude ver como estaba cargando a un pequeño gatito de color amarrillo.

-Se parece a Taemin –susurro. Tenía razón, sus ojos y algo es su carita le daban un aire de...Taemin.

Un frió me recorrió el cuerpo entero.

-Sungmin deberíamos irnos, está haciendo frio, vamos.

-¿Podemos llevarlo con nosotros? –pregunto con una mirada suplicante y tímida... Suspire su amor por los animales era demasiado.

-Sungmin tenemos perros en casa.

-Puede quedarse en mi habitación –insistió, me pareció un poco extraño que me hablara de esa forma tan...confianzuda. No parecía Sungmin.

-Un gato necesita muchos cuidados.

-Se los daré.

Realmente quería a ese gato supongo.

-Está bien...

No podía negarle nada, después de todo lo que le hice no soy quien para negarle un gato.

-Gracias amo.

Me regalo una sonrisa que por un momento detuvo el funcionamiento de mi cerebro. Me volví y continúe caminando con Sungmin y su nueva mascota a mi lado. A mitad, en plena oscuridad, sentí como si alguien nos estuviera siguiendo, gire rápidamente la cabeza pero no había nadie.

-¡Ay! –al lado contrario y a medias logre ver como el gato se zafaba de los brazos de Sungmin y corría al interior del bosque.

Antes de poder decir algo Sungmin pego la carrera tras el felino.

-Demonios...

Sin pensarlo mucho corrí tras él.

Nunca fui bueno en los deportes y correr no era lo mío pero no podía perder de vista a ese loco amante de los animales que corría sin rumbo tras un condenado gato que acababa de conocer. En la oscuridad su silueta se me hacia confusa pero a medias lograba seguirlo hasta que desapareció por completo tras un gran matorral, a regaña dientes traspase la espesa capa de ramas y me encontré con unas rejas a medio abrir enormes y de color negro...o bueno se veían negras. Mire tras las rejas y encontré un caminito de piedras que llevaba a un gran portón y allí estaba la persona que me arrastro hasta aquí.