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Ella apretaba sus párpados entre sueños, le dolía todo el cuerpo y se preguntaba si ese peso que sentía sobre su pecho era el que la sofocaba. Se removió un poco entre las sabanas que le llegaban hasta el cuello, sintiendo el frío colándose por los agujeros que abría al moverse.

Abrió sus ojos, recordando lo que había pasado la tarde anterior. En la cual había tenido llamado, un llamado tan agotador por haber sido la primera vez en usar sus tres kinesis en la misma tarde. No sabía cómo sentirse al respecto. Estaba tan magullada que le faltaba la respiración.

Estiró sus brazos, haciendo que estos tronaran tan fuerte que lastimó sus oídos. No podía moverse sin que el sonido de todo le calara; al fin pudo sentarse en la cama. Observó con detenimiento su habitación.

Sus libros estaban acomodados por tamaño, tal y como le gustaba. Su espejo colgaba de la pared justo a la altura perfecta para que ella alcanzase a verse. Junto a su cama, estaba el libro que había leído antes de dormir, para pasar el rato y esperar a que sus energías se agotaran por completo.

Se levantó con pereza y dificultad de la cama, hizo su ligera caminata de rutina, del final del pasillo que lleva al baño, hasta la punta donde estaba la puerta. Pero justo al llegar a la puerta, esta se abrió, cosa que nunca hacía. Y no debía hacer.

El pasillo estaba en penumbras, también extraño porque dentro de la habitación estaban encendidas. Poco a poco estas se fueron encendiendo mostrando una horrible escena. Chloe yacía en el suelo frente su habitación, tan manchada de su propia sangre que su cabello ya no era rubio. Piper también estaba frente a su puerta, pero ella, tenía todas las extremidades dobladas a una manera que no podían ser natural. Daren, tenía la cabeza separada del cuerpo, y a Ryder se le comenzaban a salir las entrañas.

Pero, por más que buscaba a los alrededores, no encontraba a Levi. Y la poca iluminación del pasillo no la dejaba ver más allá del cuerpo decapitado de Daren, que era el que más lejos se encontraba. De pronto, la puerta frente a ella se abrió, y no necesitó preguntar para saber de quien se trataba. Los ojos verdes del muchacho llegaron a ella como si fuesen farolas. Brillaban más de lo normal.

El chico se acercó a ella lentamente, cuando la poca luz del pasillo lo iluminó ella se dio cuenta que estaba lastimado, llevaba una gran herida en un costado del estómago

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El chico se acercó a ella lentamente, cuando la poca luz del pasillo lo iluminó ella se dio cuenta que estaba lastimado, llevaba una gran herida en un costado del estómago. Levi tosió escupiendo sangre sobre la ropa y parte de la cara de la chica. Ella no le importó, quería protegerlo pero sus piernas, brazos, ni su cuerpo entero le respondían. No podía hacer nada. Solo ver como el chico que amaba moría frente a ella.

Él pudo llegar hasta Ela, la miró a los ojos con los cuales le dijo que todo estaría bien, pero en los de ella solo se mostraba el pánico y el terror. Levi tomó su mano, y cayó desplomado al suelo siendo otro cadáver que levantar en aquel pasillo.

— Ela. . . — se escuchó en un susurró por todo el pasillo.

Ella cerró los ojos con fuerza, tratando de pensar que aquello no era real, aun sintiendo la mano de Levi colgando de ella. Pero al volver a abrirlos, la cara de su madre estaba frente a ella.

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