¿Desde cuándo el príncipe de Gran Bretaña estaba tras mí pequeño príncipe?
¿Que mierda hace Kim JongDae aquí?
¿Por qué abraza tanto a mí príncipe?
Si pudiera le partiría su rostro de gato, camello o dinosaurio, mierda, es una puta mezcla.
Joder, joder, joder.
Que se joda el maldito, me da asco.
Estaba limpiando los vasos, uno de ellos se estrelló contra el piso al estar tan distraído, suspiré, me arrodillé y comencé a levantar los pedazos de vidrio.
Uno de ellos corto mí pulgar, mordí mí labio inferior para no soltar algún quejido, me dolía como el infierno.
Me levanté y tire los vidrios al basurero dentro de una bolsa, me aproxime al lavabo y limpié la sangre.
Envolví mí dedo con un pedazo de papel y volví a mis quehaceres.
Tao no me habló.
Está vez sí que no me habló, no me miró, ni mierda.
Carajo.
Estaba enfadado.
Todo el maldito día se la paso con ese principito de cuarta.
Estaban de lo más bien ambos, se hablaban y abrazaban.
La reina los miraba con adoración y el rey solo negaba y se mantenía neutro.
Su mirada se posó en mí, me hizo señas y ambos caminamos hasta el balcón de la habitación real.
El rey no decía nada, solo se dedicó a mirar el cielo y yo solo mantuve mí mirada pegada al suelo.
— Te perdono —salió de sus labios—
— ¿Perdonarme? —pregunté, la confusión estaba marcada en mis palabras—
— Por haber robado —sonrió ampliamente para mí y yo le de volví el gesto—
— Muchas gracias su majest- —él me interrumpió—
— Dime padre —murmuró—
— Padre... —mis ojos se humedecieron, lo abracé fuertemente— gracias...
— de nada, hijo —rió suave— ahora quiero hacerte una pregunta...
— Dime, padre —sonreí lascivamente—
— ¿Tanto te gusta mí pequeño hijo? —tragué saliva vergonzosamente, ¿Tanto se notaba?—
— Padre yo... —me quedé callado—
— Respóndeme con la verdad, hijo —mordí mí labio—
— Yo... —otra vez fui interrumpido—
— Querido aquí estás, te busque por todo el castillo —la reina sujeto la mano del rey y lo beso tiernamente— ¿Y tú qué haces aquí? ¡Vamos! ¡Ve a trabajar! —se dirigió a mí, solo asentí obediente y salí de la habitación real—