—Yo solo quiero darte un beso, llenarte con mí amor el alma, llevarte a conocer el cielo, quiero que no te falte nada —cantaba el Rubio sirviente mientras dejaba los platos del desayuno en la gran mesa para la familia Huang, para las tres pequeñas princesas leche blanca y tostadas con mermelada de moras, para los dos príncipes jugo de naranja y cereal con yogurt Lite y por último para el Rey un vaso de whisky con agua y huevos revueltos, mientras que para la reina un vaso de agua y ensalada de brócoli, el Rubio se preguntaba si el pequeño príncipe le hablaría ese día, mientras que una tímida sonrisa se formaba en sus labios por pensar eso—
— ¡Oh, el desayuno! —exclamo una de las pequeñas princesas, la traviesa Mikaela de unos 8 años, se sentó en su lugar correspondiente y comenzó a desayunar—
— vaya, ¿Tan temprano te has despertado, Mikaela? —habló el príncipe YiXing, el cuál, le sonrió y guiño el ojo al rubio, el cual no dudo en palidecer un poco y apartar la mirada— buenos días —susurro al pasar al lado del mayor, justo cuando el Rubio iba a responder, vio al pequeño príncipe bajar con una de sus hermanas en sus brazos, sonrió al instante en que sus ojos se toparon con los del azabache príncipe, pero este no hizo más que apartar la mirada y suspirar— Buenos días, gruñón —rió suave el arrogante castaño—
— Buenos días, YiXing —exclamó más que cabreado el menor, sentó a su hermanita Esmeralda en su lugar correspondiente y luego el se sentó frente a su tonto hermano mayor, comenzando a desayunar—
—¡Hola! —grito una muy animada Carol, la más pequeña de sus hermanas, con unos 5 años de edad, la cual miraba a sus 4 hermanos mayores—
— pero si es la princesita más pequeña del mundo ¡Ven aquí preciosa! —YiXing, muy emocionado, llamó a su hermana menor, pero la niña rápidamente corrió hasta llegar con su hermano de azabaches cabellos y se sentó en su regazo, Tao ni se inmutó, él sabía cuánto sus pequeñas hermanitas lo amaban— pequeña, te eh dicho que vengas aquí —dijo YiXing, nuevamente, fingiendo no haber visto el rechazo de la pequeña—
— Lo siento, pero me acostumbro más a estar con Tao, el me quiere más —se abrazo al delgado torso de su hermano, pero este, nuevamente, ni se inmutó, parecía que no le importaba nada, cuando ahora, perfectamente podría estar riéndose—
—niños, se han levantado temprano —sonrió la reina al ver a sus 5 hijos sentados— hola bebé —saludo a YiXing—
— buenos días madre —beso la mejilla de su adorada madre, su padre una ves que terminó de bajar las escaleras, en vez de saludar a su hijo mayor, rápidamente se acercó a su hijo mimado, a su pequeño—
— ¡Buenos días campeón! —saludo animadamente a su azabache hijo con un abrazo, de nuevo el menor ni se inmutó—
— Buenos días, padre —dijo una vez que había tragado el cereal restante que tenía en su boca, su padre quedó totalmente atónito—
— buenos días hi- —su madre no alcanzó a saludarlo, ya que, el azabache se levantó de la mesa tal y como lo había hecho la noche anterior—
— con su permiso me retiro —llevo sus trastes sucios hasta la cocina donde los dejo en el lavaplatos y luego salió del palacio, dejando a todos estupefactos—