15.

8K 1.3K 176
                                    

– ¿Qué demonios haces aquí? 

 El chico lucía horrible y apestaba a alcohol, me era imposible quedarme cerca de él por más de cinco minutos sin tener ganas de vomitar. 

– ¿Shhhimmin? — Las palabras apenas y le salían, su cabeza se balanceaba como si le doliera el cuello y al tomar en cuenta el estado en el que se encontraba, me resultaba impresionante que hubiera podido llegar hasta mi departamento.

– No tengo idea de quién es Shhhimmin y apestas a alcohol, largo.

Incluso con mi preocupación, seguía sin poder contener mi actitud con él. Y es que simplemente detestaba la idiotez que había en su cerebro al haber huido de casa cuando era tan joven, más encima tenía el descaro de utilizar eso a su favor para caerle bien a todo el mundo y que le tuvieran compasión.

"Compasión."

  Detestaba eso, lo aborrecía a niveles extremos y no podía entender cómo demonios él podía sobrellevarlo tan bien. 

– No jugues conmisgo, yio sué qué eres tú — Uno de sus dedos me tocó el pecho mientras sonreía pícaramente.

– No me toques Kim, es asqueroso. — Aparté su mano de un golpe seco.

Decisión errónea al tomar en cuenta su estado.

Taehyung se balanceó hacia atrás por la fuerza de mi golpe y cayó al suelo del pasillo, estrellando su espalda contra la pared del departamento frente al mío.

– ¿Qué demonios fue ese ruido? — La voz de Yoongi surgió al fondo. 

  El pánico me invadió por completo y me apresuré a cargar el cuerpo de Taehyung hasta dejarlo recostado sobre el sillón de nuestra pequeña sala, escondiéndolo de Yoongi para no causarle más problemas. De por sí ya me sentía terrible por haberlo despertado, no quería hacerlo dormir menos de lo que ya tenía predestinado. 

A a los pocos minutos el chico encendió el interruptor de la luz mientras se tallaba los ojos. – Jungkook, ¿Qué pasó? 

– Nada hyung, se equivocaron de puerta. — Mentí, jugando con mis manos en un gesto nervioso.

– Oh... ¿Y el ruido? — Ni siquiera se tomó la molestia de sospechar en lo que le había dicho y  no estaba seguro de porqué. 

Quizá me tenía la confianza suficiente para no dudar de mí o quizá sólo tenía demasiado sueño para juzgar cualquier cosa. Supongo que no había forma de saberlo.

– No sé, me imagino que alguien se tropezó por ahí o algo... — Me acerqué unos pasos al sillón de forma discreta, mirando por el rabillo del ojo para asegurarme de que el idiota de Taehyung siguiera inmóvil. – Deberías ir a dormir, ya va a ser la una de la mañana 

– ¿Qué?, ¿La una? — Sus ojos medio cerrados completaron una mueca de disgusto. – A la mierda, no volveré a levantarme por nada hasta que suene mi alarma, me la pelan los jodidos ladrones y demás — Se dio la vuelta y regresó a su cuarto – ¡Hasta mañana, mundo! 

 No pude evitar reír un poco ante su mal humor. – ¡Descansa hyung!

Esperé un par de minutos más hasta asegurarme de que no volvería y rápidamente me acerqué al sillón, haciendo una mueca de asco ante el olor que salía de Taehyung. El chico había dejado de moverse en absoluto, sin embargo no tenía señales de lesión o algo parecido, así que sólo me asegure de que estuviera respirando adecuadamente. 

 – Se durmió — Mustie después de un pequeño suspiro, cayendo sentado al suelo sin saber que demonios hacer con él. 

 Debo admitirles que incluso con mi mal carácter a su lado, Taehyung jamás me dio la impresión de ser alguien capaz de emborracharse de esa manera. Y sin embargo, ahí estaba, dormido en el sillón de mi sala con un horrible olor a alcohol que daba nauseas. 

 No soportaba ese olor. También estaba seguro de que no iba a poder dormir en absoluto sabiendo que había alguien en mi departamento desprendiendo ese olor, el sillón terminaría impregnado por completo y sería extremadamente difícil deshacerme de él.

 Le eché una pequeña mirada a la puerta del baño.

 ¿Sería muy extraño si bañaba a Taehyung? 

 Digo, al fin y al cabo le estaría haciendo un enorme favor al mundo. Además, los dos eramos hombres, no había nada en él que no tuviera yo así que... No tenía nada de malo, ¿Verdad?.


Amor entre cuerdas. | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora