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▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬ POV: Hana
Al escuchar la voz de Hyungwon del otro lado de la puerta, un extraño dolor me llegó al pecho. ¿En serio me estaba pidiendo que no me fuera? Esperaba no haberlo escuchado mal, porque sabía en el fondo que no me quería ir a pesar de todo.
— Abre la puerta por favor...— Hablo él, usando un tono suplicante.— No empaques tus cosas, hablemos.
No respondí, me quedé quieta, debatiendo en si debía abrir o no. Lentamente me fui acercando a la puerta hasta quedar totalmente pegada a ella sin abrirla.
— Te lo suplico, déjame explicarte todo, déjame decirte por qué fui tan idiota y mentir así...
Suspiré, abriendo la puerta de golpe con mi cara levantada. Realmente estaba intentando lucir firme frente a él, me dolía escuchar el tono de su voz, pero seguía un poco molesta.
— Tienes un minuto.
— Perdóname. — Fue lo primero que él dijo, acercándose más hacía mi mientras yo retrocedía.— No debí haber mentido a Jaebum, y mucho menos debí alzarte la voz y hablarte de esa forma.
Yo parpadee repetidas veces al escuchar aquello. ¿Acaso me había hecho una escena de celos? El enojo que sentía ni siquiera me hizo darme cuenta de eso. Aunque después preferí descartar la idea, no existía razón alguna para estarlo, o al menos no que yo lo supiera. Antes de decir algo, me limité a negar con la cabeza mientras cerraba los ojos, definitivamente no estaba bien lo que estaba pasando.
— ¿No te pusiste a pensar ni un solo segundo en lo humillada que tus mentiras a Jaebum me harían sentir? — Pregunté, mirándolo fijamente a los ojos.
— Lo lamento, en serio lo hago... — Respondió, bajando la mirada y estirando su mano hasta quedar sobre la mía.— Cuando Jaebum te hablaba me daba cuenta de que se había interesado en ti, sé que fue muy estúpido de mi parte insinuarle que tú y yo... ya sabes... — Siguió hablando, aún sin atreverse a verme.— Y cuando desapareciste esa noche, yo... yo pensé en tantas cosas, pensé en que te habías podido ir con él, pero después también pensé en que te pudo pasar algo, un tipo de accidente, y dejé de pensar en ti con alguien más, simplemente te quería ver, quería saber que estabas bien sin importarme con quién estabas...
Me congelé al sentir como entrelazaba sus dedos con los míos, y mi pulso se disparo en el momento en el que por fin me miro a los ojos. Ambos nos quedamos quietos, mirándonos a una escasa distancia.
— Sé que estuve mal, pero espero que entiendas esto... — Siguió él.— Te necesito aquí, mi vida era un caos, la soledad me sofocaba día a día y lo peor de todo era que no quería que nadie me liberara de ella, no le permitía a nadie hacerlo hasta que llegaste. De pronto fue como si cada espacio sombrío de este departamento se llenara de vida, y te puedo asegurar que lo mismo pasó conmigo, soy una persona más feliz desde que estás aquí, aunque no parezca, así es como me siento, y quiero que siga siendo de esta forma. Perdí a dos personas muy importantes para mi, a mi hermana, y a mi preciosa Hana...
