Los encapuchados continúan su salida sin siquiera voltear.
Respiro profundamente cuando creo que ya se fueron, salgo de mi escondite empapado en sudor, me limpio la cara y respiro muy perturbado, no dejo de temblar.
Me acerco al árbol para tomar a Baloo y ayudar a Abigail en su descenso.
—Esos locos ... creo que era alguna clase de ritual pagano —dice Abigail mientras baja.
—¿Qué los delató?, ¿El carnero o la tortura animal? —le cuestiono de forma retó.
—¿De qué hablas? No había ningún carnero, sólo tres encapuchados "bailando" y haciendo cosas extrañas, moviéndose por el lugar, ¿Estás bien?
—¿De qué hablas tú? Los ruidos de animal y la sangre, te vi verlo.
—Fausto, te aseguro que yo no vi más que a tres figuras encapuchadas, fue algo de miedo y extraño pero la verdad tampoco fue tan impactante.
—Shhhh —silencio las tonterías de Abigail.
Me parece escuchar algo.
—Ven, sígueme —le digo a Abigail mientras cargo a Baloo.
Camino despacio hacia el lago que está a pocos pasos, siento una brisa cálida recorrer mis piernas desde esa dirección, las hojas del suelo se levantan levemente. De alguna forma me siento más tranquilo, respirar ese viento me hace sentir seguro.
—Deberíamos volver —exclama Abigail.
—Espera, ¿Qué es eso? —le digo apuntando a unos metros hacia el lago.
—¿Qué es qué?
—Eso, esa agua que brota en medio del lago, más brillante, creo que es de donde sale el viento.
El agua brota como una fuente mientras el brillo azulado se esparce como si el lago estuviera siendo invadido por medusas.
—Fausto, es el perigeo lunar, mira qué grande y brillante está la Luna.
Abigail no miente, la Luna es espectacular, más grande de lo que jamás la había visto. Tan luminosa que puedo ver a la distancia con total claridad y muchos detalles en su superficie los puedo observar a simple vista, pero eso no es lo más llamativo frente a mi. El hecho es que agua brillante brota del lago y Abigail no puede notarlo.
Entonces sólo sucede.
Del agua emerge como un rayo un lobo pálido, escurriendo esa agua brillante y salpicando todo, cae suavemente con gracia mientras su aleta trasera se separa en dos patas y se sostiene sobre la superficie del agua.
Se ve tan ligero, da unas vueltas en círculos sacudiendo su pelaje platinado con algunos percebes y pequeñas conchas incrustados. Se pone cómodo, usa su hocico para removerlos y con cuidado los regresa al agua; Se nota lastimado.
Tranquilamente se pone de pie toma una gran bocanada de aire y aúlla, largo e imponente, su aullido recorre el lago esparciendo ese viento tibio.
Su pelaje se tiñe de colores cálidos y destellos dorados, como si expulsando el aire perdiera también la tinta blanca y brillante sobre su pelo, se ve más cómodo, más alegre, casi como en casa.
El agua se levanta como tentáculos incoloros, el lobo juega con ellos a atraparlos y soplando con un aliento brillante que emana de su hocico, los deshace. Parece un pequeño cachorro jugando, corre tanto por el agua dejando salpicaduras con sus patas como por el aire, tan veloz, ágil y bello.
Pero súbitamente se detiene y mira hacia nuestra dirección.
—Agáchate Abigail —le digo tirando de su brazo sin previo aviso.
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Las Bestias Del Ocaso
FantasyFausto es un chico de 13 años que encuentra una llave mágica que revela los diferentes reinos secretos. Convirtiéndose junto a sus dos amigas Abigail y Leonor en una pieza crucial de la guerra que está por venir, invisible para la humanidad pero que...