Las Bestias Del Ocaso

Capítulo 18: El nido del fénix

La humedad y el frío se mezclan en el aire haciendo ruido en el eco de la cueva, la luz que se cuela por la puerta de madera azul se difumina con cada paso.

Las luces de sus celulares comienzan a parpadear hasta apagarse.

—¡Rayos!— dice Leonor.

—Veo un destello de luz más adelante— dice Abigail.

Las chicas caminan con cuidado en la penumbra hacia la luz.

—Lamento mucho el comportamiento de Fausto— dice Abigail.

—No te preocupes, seguramente se siente presionado de hacer las cosas bien. Debe de pensar que es injusto perder la llave si no ha hecho un mal trabajo.

—Pienso que es por eso, pero dudo que él lo sepa con tal exactitud.

—Las emociones solo suceden— responde Leonor

Una débil fogata arroja ceniza al aire como luciérnagas moribundas, una figura encapuchada sentada sobre un tapete levanta la mirada al arribo de las chicas.

—Leonor, Abigail siéntense por favor.

Dice mientras señala dos tapetes en el suelo, las chicas obedecen.

—Mi nombre es Dante, yo las guiaré a través de su prueba pero no podré ayudarles, solo señalar el camino, las decisiones y acciones serán por su cuenta.

—Entendemos, ¿En qué consiste la prueba?— dice Leonor.

—Antes tienen que entender este lugar. Se llama la cueva oscura, una dimensión entre dimensiones que conecta muchos mundos. Todos con algo en común, son un desafío personal para quienes llegan. Triunfen y emergerán renacidas con una poder que de otra forma no obtendrían, fracasen y serán engullidas por la muerte.

Dante hace un pausa y una brisa eleva las cenizas.

—Se enfrentarán a tres pruebas donde reunirán tres elementos para su arma, pero su camino también será influenciado por las tres doncellas.

Dante sopla y las cenizas danzan hasta unos metros delineando un arco de piedra en la oscuridad, las letras grabadas en roca se rebelan con los brillantes destellos naranja.

— "Fortuna, Fato, Merita"— lee Abigail.

—Fortuna probará su suerte, Fato les hablará de su destino y Merita les dará lo que les corresponde. Crucen el arco y las pruebas iniciarán, pero antes deberán llevarse un poco de ceniza.

Dante señala la fogata moribunda mientras las chicas se muestran confundidas.

—Estas fogatas son realmente nidos de aves fénix. Los fénix solo pueden nacer en una oscuridad absoluta y no se refiere solo a un espectro de luz sino a muerte. Los fenix anidan y nacen solo en la más absoluta desolación.

—O sea que aquí hay aves fénix— cae en cuenta Abigail.

—No, aquí hubo hace miles de años, es uno de los últimos nidos conocidos y más "recientes". Como les decía, los fénix anidan en lugares oscuros y desolados, ellos pueden viajar a través de dimensiones instantáneamente al consumir sus plumas que vuelven a salir; es un proceso inmediato. Pero la primera eclosión es tan brillante como una estrella. Ahora imagina cientos de estos huevos eclosionan al mismo tiempo. Así que viajan por el infinito de mundos buscando un espacio muerto en el cual hacer sus nidos y cuando llega el momento este espacio muerto se ilumina con la más radiante luz. El lugar más oscuro ahora es el más luminoso. El fuego y la luz tardan cientos de años en apagarse, así que no pueden ser visitados casi por ninguna especie por décadas después de la eclosión. Se han librado decenas de guerras por los nidos de fénix cuando la luz se hace tolerable.