D. Gray - man: Mansion Black Order

• Capítulo IX •

Primero, y que nada, ¡volví cucarachitas!☆*:. o(≧▽≦)o .:*☆.
Segundo, del anime recuerdo apenas detalles(???), así que vamos a hacer estilo libre y al que no le guste, jodete cariño, mi novela, mis reglas.

¿uoɹɐñɐɹʇxǝ ǝɯ? ,sǝɥɔʇıq oʇlǝnʌ ǝɥ.
(M̮ e̮̮ c̮̮o̮̮s̮̮t̮̮ó u̮̮n̮̮ ḫu̮̮e̮̮v̮̮o̮̮ e̮̮s̮̮c̮̮r̮̮i̮̮b̮̮i̮̮r̮̮ e̮̮s̮̮o̮̮ d̮̮e̮̮ c̮̮a̮̮b̮̮e̮̮z̮̮a̮̮, l̮̮a̮̮ Ñ n̮̮o̮̮ s̮̮e̮̮ q̮̮u̮̮i̮̮e̮̮r̮̮e̮̮ v̮̮o̮̮l̮̮t̮̮e̮̮a̮̮r̮̮.)

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★B̮̮i̮̮b̮̮l̮̮i̮̮o̮̮t̮̮e̮̮c̮̮a̮̮ d̮̮e̮̮ l̮̮a̮̮ m̮ ̮a̮̮n̮̮s̮̮i̮̮ón̮̮
Narrador Omnisciente

Allen, Ann, estaban echando una mano de ayuda con los libros que hacia días atrás, como si hubiera pasado un tornado, terminaron en el suelo. La rama de investigación y su "maravillosa" idea de una fiesta de bienvenida para Ann, habían tenido gran responsabilidad del actual estado de la biblioteca, sencillamente, el alcohol se les había subido a la cabeza a los adultos.
Habían pasado dos días desde esa fiesta.

★F̮̮l̮̮a̮̮s̮̮ḫb̮̮a̮̮c̮̮k̮̮

Luego del mal rato que habían pasado por la mañana, donde Kanda descubre que brote de habas durmió junto a la querida hermana del asiático, Ann se echó sobre el césped en un parte aislada del jardín de la mansión, observaba aburrida, y sin nada mejor que hacer, las nubes pasajeras. Sus amigos estaban muy raros, le ponían excusas para evitar que ella entrará o siquiera se acercará a la biblioteca o al salón.

— Kro-san... -dijo en un murmullo. Suspiró luego de unos segundos de silencio. Volvió a gesticular pero esta vez más alto, pero tampoco tanto como para ser audible por alguien lejano.

— ¿Qué sucede? -se escuchó una respuesta proveniente desde tras unos arbustos de rosas rojas como la sangre.

Ann permaneció en silencio, mientras arrugaba la nariz como si algo le molestara. El dueño de la voz respondiente salió de detrás de los arbustos, con una clara expresión de preocupación, mientras se arrodillaba junto a la joven.
Pasaron un tiempo más en silencio, hasta que ...
Se escuchó un retumbante y para nada femenino estornudo de parte de Ann, provocando que esta se sentará mientras se limpiaba con la manga de su camisa ... Poco le importó se delicada tomando en cuenta que sentía como otro estornudo amenazaba.

— ¡¿Por...por qué te acercas?! N..n...no sa..sah aaa ...aaachu! -casi de inmediato se levantó y alejó varios metros de contrario. Sus estornudos no parecían mejorar.
El contrario intento, una vez más, acercarse para ayudar a la chica. Ella se alejaba, él se acercaba. Y así hasta que Ann salió huyendo de un Krory vestido con un ambo de jardinero verde, guantes de goma, sucios con barro, botas de lluvia amarillas, y un sombrero de mimbre adornado de un estampado de flores.

Un par de horas después

Kanda intentaba hacer que su hermana se metiera a bañar. El problema no era que Ann no quisiera bañarse, más bien amaría tomar un buen baño caliente y quitarse toda la tierra que traía encima, luego de que se hubiera caído en el jardín mientras huía de Krory. El problema más bien es...