¡Yey! ¡Hay que celebrar!

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Ya son mil vistas ~. De por si, que haya tenido tantos me alegra, por que significa que no me equivoque al crear esta historia~.
Un pequeño flashback de Ann y Kanda, narrado por ella. Espero le disfruten.

Dos años...  Me habían tomado dos años adaptarme y aprender a controlar esta desgracia. Si, para mi el tener un inocencia de esta forma... es una desgracia. A los primeros meses fui objeto de experimento, además de vivir aislada. Todo por... mi estado. Ojala tuviese algún recuerdo, algo que me alentara a seguir o al menos, saber que hay alguien allí fuera para mi.
La peores partes fueron cuando me liberaron de mi prisión y salí por primera vez fuera de la mansión, a un año le haber llegado. Me cruce con un niño algo mayor a mi, el solo verle me fastidiaba y molestaba. Ahora que recuerdo...le escupí en la cara cuando nos conocimos y él me amenazo de muerte.
— Ha, muerete idiota. Tu y tu cuchillito me hacen temblar~.
— Tsk... vete al diablo "gnomo"
Era divertido provocarle, pero lo de gnomo me cayó pesado. ¡Maldito idiota! ¡Que no soy un gnomo!

Aún con diferencias o no teníamos que realizar misiones y al parecer les divertía a todos, menos al idiota y a mi, el que fuéramos juntos. Nos tomó medio año el siquiera dirigirnos la palabra sin alguna ofensa de por medio. Y dos meses más el entrar en "confianza", al menos esta vez no intentábamos dejar al otro atrás y nos dábamos un poco de ayuda. Komuii siempre nos señalaba que últimamente nuestro rendimiento y trabajo en equipo había mejorado, ¡Ja! No jodas que con ese asiático imbécil no me llevare nunca. Solo fingimos por nuestra conveniencia.
Un día nos tocó misión en un orfanato, solo eran unos pocos Akumas, nada importante. Cuando salimos de este, nos encontramos con cierta actividad inusual entre la gente, nos acercamos e intentamos investigar... Para hacerle corta, nos cruzamos con un Nv2. De la lucha Kanda salio con algunos rasguños, por suerte... En cambio por mi lado... terminé internada. Había protegido a Kanda, aún desconozco que paso por mi cabeza... o lo que paso por la suya... mientras estuve recuperándome, Kanda permaneció a mi lado. Fue una gran sorpresa, además de algo incómodo.
Al regresar a la mansión... llegamos a un acuerdo, yo no me arriesgaría tanto en las misiones, si... lo sé, se preocupa por mi, aunque no le admita. Además que... luego de que me cuidara y viera aquel lado noble y amable, casi de broma empecé a llamarle "Oniisan ~♪", al principio era para fastidiarme y al final... termine creyéndome eso. Desde entonces nuestra relación mejoró considerablemente. Kanda y yo continuamos discutiendo y peleando, pero le hacíamos de cariño y para mantener las viejas costumbres. Además que~♪ por al menos semanas dormí en su cuarto~. Hasta que me hecho fuera... que mala persona. Sólo tenia unos 7 años cuando me abrí a la gente, mostraba interés y cariño por alguien. Todo gracias a Kanda, pueden decir lo que quieran de él, pero es buena persona, amable, dulce, y de corazón noble. Es algo que tengo claro desde aquella misión del orfanato.

D. Gray - man: Mansion Black OrderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora