Capitulo 1

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El día era como cualquier otro, una castaña salía en bicicleta de su departamento a su trabajo, donde en vez de pergaminos la esperaban grandes cuadernos, en vez de tinteros había plumas y en vez de Hogwarts había una aburrida universidad, se dirigió como los últimos 6 meses al salón de clases y se sentó en el escritorio. Su mirada ya no era la misma de antaño, ahora lucía apagada y su destacado optmismo y alegría se había esfumado desde que perdió a las personas que más amaba en la vida.
Había sido un talento prometedor en el mundo de la magia ahora sólo era una maestra de universidad más,pero no por obligación, el mismo día de su graduación decidió que ya no tenía nada para permanecer en el mundo mágico, intento hacer su vida pero entre más tiempo pasaba con calderos, magia y hechizos, una grieta se hacía más grande en su pecho al recordar que la mayoría de lo que sabía de magia era gracias a su profesor de pociones y pensar en el sólo causaba que sufriera al imaginar una vida a su lado que no puedo ser.
Pero apesar de eso, se esforzaba por dar una buena clase, para que al final del día no se sintiera mal consigo misma por ser una maestra mediocre.

Las clases se habían terminado y se dirigió al aula de maestros a revisar unos cuadernos que faltaban y así no llevarlos hasta su casa, daba todo de si para concentrarse pero simplemente no podía, releía una o dos veces aquellos ensayos de Mitología griega pero no captaba nada, siempre que se acercaba esa fecha sus sentimientos estaban a flor de piel y su mente divagaba en recuerdos.

Se encontraba en el aula de pociones esperando a que todos salieran y poder hablar con su tutor a solas. Vio como el último niño salía y cerro la puerta con un hechizo.
-Profesor Snape, necesito hablar con usted- lo único que consiguió como respuesta fue una ligera mirada por encima de un libro -Yo... Yo... Quería- las palabras no salían de su boca y el temido profesor rodó los ojos.
- señorita Granger, si de lo que quiere hablar es del acontecimiento de ayer, de lo por olvidado, comprendo que usted no sabía que era víctima de la amortentia... Así que salga antes de que le baje puntos a su casa-
-Profesor Snape, yo quería decirle que-que- trago visiblemente saliva- lo que pasó ayer no me disgusto- el pocionista levantó una ceja interrogante.
-Granger, si esto es una broma es mejor que se valla de una vez, no estoy de humor para sus tonterías- advirtió levantándose hacia la puerta, antes de que la abriera la chica lo tomo de la mano impidiéndole abrirla.
-Profesor, escucheme- Hermione miro fijamente sus zapatos, tratando de agarrar valor -Lo que pasó ayer sólo me ayudo a reconocer mis sentimientos hacia su persona - respiro profundo y lo miro a los ojos - le quiero, no espero que mis sentimientos sean correspondidos pero era algo que necesitaba decirle-.
Se hizo un incómodo silencio y ninguno de los dos parecía querer romperlo, Hermione tomo la perilla de la puerta y con el ánimo hasta el suelo salió por ella, sin recibir respuesta por parte de él.
Debería que haber ido a su dormitorio pero no tenía ganas de que las demás la vieran llorar, camino hacia la torre de astronomía y disfrutó del paisaje por un buen tiempo.
-No debería de estar afuera Granger- la voz de Severus rompió el armonioso silencio.
-Lo siento profesor, me iré ahora mismo-
-No se moleste Granger...- el mago se aclaró la garganta- usted ya habló sobre sus sentimientos, permítame hablar ahora a mi- toda la atención de ella se centró en aquel hombre - Usted es la persona de la que menos me debería enamorar- ambos se dieron cuenta que no había sido un buen inicio- debido a nuestras posiciones pero no me importa perder todo lo que tengo si eso significa probar una vez más sus labios- sin aviso previo tomo a la chica entre sus brazos y junto sus labios en un beso que prometía un amor sincero - la amo y mientras usted quiera siempre estaré a su lado-
-Siempre?-
-Siempre-

- Por que no cumpliste tu promesa Severus?- susurro a la nada mientras revisaba el último trabajo por inercia.
-Señorita Granger?-la voz de la directora Gateway  la saco de sus sueños.
-Mande-
-Mañana se realizará una cena para darle la bienvenida al profesor nuevo que química, todo el personal está invitado, espero que esta vez sí asista- lo último lo dijo más como orden que como petición.
-Ahí estaré entonces- la directora dejo la invitación arriba de sus libros.
-Que pase una excelente tardé señorita Granger-

Tomo la invitación entre sus manos y la guardo en su casillero junto con los libros de sus alumnos.
No pensaba asistir a esa dichosa cena y así se lo planteo durante toda la mañana del siguiente día, pero sabía que la directora no la dejaría en paz si faltaba, así que sin otra alternativa se vio obligada a asistir.

Cenizas de la Guerra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora