Capítulo 9

649 47 15
                                    

-Hermione- en cuanto toque la puerta y abrieron, la señora Weasley me rodio con sus brazos -Que bueno que por fin vienes- ambas pasamos y en toda la tarde no me dejo estar sola ni un segundo, me preguntaba de todo lo que había hecho, si comia bien, si no me había sentido mal, si había conocido a alguien, en todas conteste la verdad menos la última, decidí omitir  ese pequeño detalle.
La cena de año viejo fue realmente hermosa, tenía mucho tiempo que no convivía con ellos y Ginny me secuestro prácticamente un día antes de regresar y me cuestiono todo lo que ya me había cuestionado la señora Weasley.
-Ginny, es cierto que creen que Severus este vivo?- su semblante se endureció por completo.
-Harry no quiere que lo digamos pero es verdad, él es el principal sospechoso, con eso de que se le vio en el mundo mágico en Navidad-
-como?-
-Se le vio en el bosque prohibido, junto con un grupo de mortífagos, aunque el ministerio no quiere divulgar la información e incluso muchos creen que... Que sólo estuvo contigo para tener un enlace más cercano a Harry-
-Eso es ilógico-
-Lo sé- rie nerviosamente - pero ya sabes cómo es esa Rita Skeeter-
-oye aún el día es joven, crees que me puedas acompañar a visitar a Luna?-
- Por supuesto- antes de ir le mandé una lechuza a Severus diciéndole que me demoraria un día más y que mañana llegaría a las 12.
El resto del día la pasamos en la casa de Luna, poniendonos al tanto de nuestras vidas por que hay un par de cosas que no se pueden contar por lechuza.
La mañana siguiente los Weasley y Harry me despidieron en la estación de tren, el viaje fue grato, recorde mis tiempos de estudiante y a la vez fue un martirio esperar todas esas horas para ver a Severus, anhelaba un beso de él con todo mi ser.
En cuanto el tren se detuvo, baje mi maleta y busque con la mirada a Nikolas, su altura destacaba del resto y una sonrisa se formó en su rostro y no pude evitar lanzarme a sus brazos, me dió un giro en el aire.
-Cuanto te extrañe, no te vuelvas a alejar de mi, júralo- su actitud me sorprendió y sentí como mi corazon daba un vuelco - Te amo- esa fue la gota que derramó el vaso e hizo que no  pensara dos veces y lo besara, tardo un segundo en responder pero cuando lo hizo me tomo de la cintura acercándome a él. De camino a casa en verdad se veía feliz y me encantaba verlo así.
Fui aceptando que besar a Severus cuando esté no era él no era algo malo y ahora ya lo hacía como si fuera normal, incluso había días que al llegar a casa después de ir al refugio o sacar a las mascotas a pasear no cambiaba su apariencia y lo pasaba desapercibido, al fin de cuentas era él. En la noche vieja nos invitaron a una celebración con los colegas a la que decidimos asistir, elegí dejar a un lado los colores oscuros y opte por un vestido azul celeste lo iba adornar con la pulsera que me obsequio luna pero el broche se descompuso.
-Ya es tarde, es hora de irnos- guarde la pulsera en mi bolso y lo tome de la mano. Llegamos al salón donde sería la fiesta y Glenda me fulminó con la mirada en cuanto llegue, no me importó en absoluto, Gretel nos ofreció sentarnos con ellos y aceptamos al no haber más mesas.
-Chicos que bien se lo tenían escondido- ambos sonreímos -Hermione te traje algo- me tendió un paquete envuelto a la carrera y lo abri, eran un par de calcetines amarillo y rojo y un cuaderno de apuntes en piel negra - los ví una noche pasada y recordé que siempre combinas esos colores, espero que te gusten- en verdad me habían gustado pero ahora me sentía culpable por no traer nada, escondí mi mano en la mesa y trate de transformar una servilleta en un collar con dije de flor, era un tanto difícil sin varita pero lo logré, busque entre bolso una cajita de regalo y lo puse en ella.
-Yo te traje esto- ella pareció muy feliz, se notaba que no creía que le diera algo, abrió la cajita y sonrió.
-Gracias!-
-No hay de qué- sonó un vals lento y Nikolas me pidió bailar con él.
Caminamos a la pista y me apoye en su cuerpo siguiendo el ritmo de la música nos miramos a los ojos.
-Te ves hermosa-
-Gracias, tu también-
-Me veo hermoso?- rodee los ojos.
-Ash... Sabes a lo que me refiero-
-Lo sé- bailamos una pieza más y decidimos parar, cenamos y comimos las 12 uvas cuando se dió la medianoche, salimos a un balcón mientras veíamos los fuegos artificiales que Gretel organizo.
-Gracias a ti fue un año grandioso- tomo mi mano besándola - Gracias por todo-me sonroje y bese sus labios.
-Te amo- ví como en sus ojos había una lucha pero no sabía por qué -Que pasa?-
-Aveces me pregunto si es correcto que me ames- dijo en un susurro.
-Siempre lo fue, siempre fue correcto amarnos- junte nuestras frentes tratando de convencerlo.
-Pero ahora es... diferente-
-Para mi nada cambio- bese de nuevo sus labios, acariciando su pelo, acercándome mas a él y sus labios bajaron a mi cuello y yo no pude contener un jadeo.
-Es mejor irnos- asentí, me despedí de todos en especial de Gretel y salimos, no esperamos demasiado para escondernos entre las sombras de la noche y besarnos como hace mucho tiempo no lo hacíamos, la situación pedía más de sólo besos y caricias y el alcohol sólo provocaba que fuéramos más allá, poco me importó que los labios que me besaban no fueran los de antaño y que las manos que recorrían mi cuerpo fueran distintas, sabía que era el mismo hombre y mejor aún sabía que lo amaba incluso más que antes, me cargo mientras seguía besándome y escuche un ligero ploop que fue sustituido por la suavidad de la cama de su habitación, sentí como su cuerpo se cernía encima del mío y poco a poco la ropa nos fue  impidiendo continuar lo que empezamos causando que terminara en el suelo y que nuestros cuerpos se entregarán por completo.
Desperté en su brazos y sintiendo el calor de su cuerpo, sonreí al ver que esos ojos negros me veían mientras me desperezaba.
-Buenos días linda-
-Buenos días, quieres...- un bostezo se escapó de mis labios - quieres comer?-
-Me parece bien- me levanté y me puse la camisa de él como lo hacía antes, decidí preparar hot cakes y me decepcione al no encontrar mermelada de naranja, me apareci en mi departamento buscando un frasco de dicha mermelada y regrese, unte un poco en ambos platos y volví a la habitación.
- listo, se me olvidó el café!- al regresar ví como le quitaba la mermelada a los hot cakes -No te gusta? Es tu favorita-
-Yo... Es que no tengo ganas- serví el café y disfrutamos de un grato amanecer juntos.

Cenizas de la Guerra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora