Vuelve a mi lado (CD9 y Candy) >Publicando<

Capítulo 18

Después de una linda semana, regrese a la mansión de los Leagan.

Al llegar lo primero que hice fue alimentar a los caballos, les había traído zanahoria fresca.

-Hola Candy.

-Dorothy ¿me extrañaste?

-Si -su voz se escucha muy triste.

-¿Te ocurre algo?

-Pronto me despediré de ti.

-¿Porque?

-Me voy a México

-Eso es muy lejos ¿porque?

-Los Leagan tiene una granja en México y como necesitan gente, me envían a mi.

-Esto sucedió mientras yo no estaba aquí ¿verdad?

-Si.

-¿Estas decidida a ir?

-No quiero ir. No quiero ir.

-Entonces diles que no.

-Si digo que no, me despedirán. Y debo ayudar a mis hermanos, ellos me necesitan.

-Hablare con el señor Leagan, estoy segura que el comprenderá.

-Él no volverá por un tiempo, y ellos ya lo han decidido.

-Lo siento mucho, tu siempre me has ayudado y yo no puedo hacer nada por ti.

-No te preocupes -se marcho.

Me quede pensando en ella, en que estará sola, decidí regalarle el crucifijo que me dio la señorita Pony.

Así Dorothy siempre me recordará. Salí corriendo a buscar a Dorothy.

-Toma, esta es la cruz de la felicidad -se la coloque.

-Gracias, la guardare como recuerdo tuyo -en eso Cleopatra salió de la mansión.

Tome una cuerda y salí corriendo tras  ella.

-¡Cleopatra! ¡vuelve!

-Candy.

-Alonso.

-Vamos sube -Alonso me ayudó a subir en su caballo. -estábamos más cerca del caballo. Hice girar la cuerda hasta que cayó en su cuello.

Alonso y yo volvimos a la mansión.

-Sabes que eres muy buena con el lazo, Candy.

-No quería que tu lo supieras -volteo a verme

-¿Porque?

-Podrías pensar que soy una revoltosa.

-Me gustas Candy.

-¿En serio?

-Si.

Tu también me gustas mucho. Lo abracé con más fuerza, no quería soltarlo.

-Bien ya llegamos.

-Gracias -baje del caballo.

-Candy, salgamos mañana.

-Si.

-Hasta pronto.

-Adiós -Alonso se marcho, entre al caballo y lo puse en el establo.

Estaba sacando agua del poso, cuando vi  a la tía abuela con la señora Leagan y los otros, venían hacia mi dirección.

¿Y ahora que van hacer?

-Candy vamos a revisar tus cosas -dijo la señora Leagan. Ellos entraron al establo.

-Eliza y Neal revisen todo -comenzaron a sacar lo poco que tenia.

-No, no lo permitiré.

-Una ladrona como tu, no tiene derecho a opinar -dijo Eliza.

-¿Ladrona? ¿Que es lo que quieres decir?

-¿Y esto que es? - habrio mi maleta, adentro se encontraban sus vestidos.

-Aja, el anillo de mamá- dijo Neal.

-Yo no se nada.

-Tu robaste todo esto -me acusó Neal.

-Yo no se nada, nada.

-Candy esto es intolerable, no te soportó más, iras a México en lugar de Dorothy.

-¿Yo a México?

-No permitiré que conviva con nosotros una ladrona.

-El señor Leagan se opondrá.

-Se lo diré por carta.

-Señora por favor se lo suplicó -Dorothy entro. Se arrodillo en frente de la señora Leagan -no envíe a Candy México.

-Personalmente creó que debiéramos enviarla presa y no a México.

-Tía abuela no puedo hacer eso, todos hablarían del mal personal que tenemos, en México nadia lo sabrá.

-Tienes razón.

-Prepara tus cosas. Partirás en cualquier momento de esta casa -todos se marcharon.

-Candy.

-Dorothy, finamente caí en su trampa -la lluvia comenzó a caer.

-Te devuelvo esto.

-¿Eh?

-Todo paso porque me diste esto, nuestros destinos se han cruzado. Nunca se la des a nadie. Trae tu felicidad -tome el crucifijo.

-Esta bien no iré a México, me voy de aquí.

-Oh no, no hagas eso.

-¿Porque no?

-No pienses en ti, piensa en los niños del hogar, si te vas ahora correrá el rumor y nadie querrá adoptar niños del hogar.

-¿Entonces debo ir  a México? -la voz se me quebró.

-Ten paciencia, el tiempo se encargará de probar tu inocencia -salí corriendo, solo quería que el agua me tocara.

-Cada vez llueve más fuerte, ahora vete. Debes irte si no lo haces van a retarte.

-Si, adiós.

Al encontrarme sola deje salir toda la tristeza que me envidia.

Debo ir a México como una ladrona.

No conozco a nadie allá.

No quiero ir.

No quiero separarme de Alonso. ¿pero como?.

Recordé a Bryan.

No pude esperar más y le mande una nota, espero le haya llegado.

Al día siguiente me levante muy temprano y fui a buscarlo toque y toque pero nadie salia. No te que la puerta estaba abierta Así que entre.

No te sus anteojos tirados en el suelo, no había nada más en el lugar.
El ya se ha ido.
He perdido otro amigo.