Vuelve a mi lado (CD9 y Candy) >Publicando<

Capítulo 33

Nuevamente la misma escena repitiéndose una y otra vez ¿estare soñando? ¿todo esto ha sido una mala pesadilla? Pero no podía despertar.

La imagen de Alonso cayéndose no se borraba.

¡Alonso! ¡Alonso!

-Candy Candy -alguien me llamaba pero no podía ver nada -Candy, Candy. Logre despertar. Estaba en mi dormitorio.

-¿Dorothy?

-¡Vengan por favor!

-A vuelto en si -Alan y Freddy entraron.

-Candy -los dos me miraban.

-Alan, Freddy ¿dónde esta Alonso? ¿dónde esta? -ambos se miraron -¡¿en dónde esta Alonso?! -ambos negaron con la cabeza, tenían los ojos llorosos, Dorothy salio llorando.

-muerto - susurré, me dolio pronunciar cada letra.

-Cayo al suelo de cabeza, cuando llegamos lo encontramos muerto- Alan comenzó a llorar.

-No puedo creer que este muerto, no puedo.

-Si, parece una pesadilla, a la mañana estuvimos bromeando y a la noche se ha ido ¿cierto Freddy?

-¿Porqué te fuiste? Era tan bueno -Freddy también estaba destrozado.

-Alonso, se fue para siempre -el cuerpo nuevamente se me aguado, sentía la cara ardiendo, todo desplomarce ¿porqué Alonso? ¿porqué?...

-Bailemos Candy -recordé su dulce rostro, el día que baile con él por primera vez, cuando los dos estabamos juntos.

También recordé el día del rodeo, en dónde corría más peligro pero no le paso absolutamente nada.

El recuerdo cuando le dije que me gustaba también vino a mi mente.

El día que subíamos a la torre de la iglesia.

Comencé a escuchar las campanas retumbar. Al abrir los ojos me encontraba en cama, había amanecido.

-Oigo un repicar de campanas, Dorothy ¿Qué es eso? Suenan tan tristes.

-Es... Por Alonso.

-Tengo que ir - me baje de la cama.

-No, no puedes -Dorothy trato de agarrarme- no puedes salir con una fiebre tan alta.

-Debo ir.

-No, es una locura, hace tres días que no comes nada -me sentía muy mareada pero no me importaba yo necesitaba ir, necesita estar con él, por ultima vez.

Logre vestirme, el doctor llegó y se ofreció a llevarme, al bajar salí corriendo, ya estaban diciendo las últimas palabras.

-Que nuestro padre celestial proteja tu alma,  Descanse en paz, Alonso Ardley. Siempre te recordaremos.

-¡No! ¡No! -me  acerqué más, no soporte más y me tire abrazar la cruz -¡No! ¿porqué? ¿porqué? Se supone que iba hacer feliz, como voy hacer feliz si tu ya no estas aquí. ¡Alonso!

-Candy, calmate -los chicos se acercaron.

-Quiero ir con él, quiero irme con él.

-No digas eso Candy, debes ser fuerte -me abrazo Alan por detrás.

-No, no quiero, no puedo -me voltee abrazarlo...

Los días transcurrieron muy lentos, ya no había sol, sólo lluvia, ya no había alegría, sólo tristeza.

Alan

-Se marchitarán todos los pimpollos recién florecidos.

-Sus pétalos parecen lágrimas.

-Parecen que hubieran llorado su muerte -el jardín parecía un desierto sin Alonso.

-También la falimia Ardley a llorado su muerte. La tía abuela que siempre protestaba se ha quedado muda y Candy pasa todo el día llorando en su cuarto.

-Una nube de muerte cubre a toda la familia.