Do What U Want (Ft Michael Jackson)

Mi tentación

Narra Stefani***

Poco a poco me voy levantando y me estiro relajando todo mi cuerpo. Abro los ojos y observo a mi costado, la pequeña cunita que tiene conexión con mi cama, ahí descansa mi pequeño Prince. Sigue durmiendo y está hermoso, le he puesto el conjunto azul que le compré ayer y le queda perfecto. Me pongo a pensar en el día de ayer, aún no puedo creer que haya permitido a Michael conocer a Prince, no puedo ser mala. Al menos no me rebajo al nivel de él, no quiero cargar en mí conciencia la mala acción de quitarle el derecho a mí hijo de tener a su padre. Cuando ví a Michael con Prince, noté que si lo quiere. No voy a negarlo que ellos se miraban con amor, si, mí hijo miraba con cariño a su papá. Pero tengo miedo, si la gente se entera sobre esto...él es casado, por dios!. Mí carrera caería al topé, tampoco quiero que mí hijo sufra, Michael es un mentiroso. Aún desconfío de él, es tan cambiante. Un día te quiere y al día siguiente no. Ayer también me beso, aunque fue de sorpresa y a la fuerza yo permití que durará unos segundos de más. Soy una estúpida, soy consciente que aún me palpita el corazón cuando lo tengo cerca y aún así permito que se me acerque. Nada de esto está bien, el hombre que me hizo tanto daño ahora está de vuelta a mí vida y yo como la idiota masoquista que soy permito que me bese y toqué mí cabello, hasta estuvo en mí auto y cenó conmigo!. Ya no debo pensar en mí sino en mí hijo, a él debo proteger. Decido olvidarlo por ahora, no quiero estresarme por nada. No pensaré mas en eso.
Hoy será un día con trabajo, hoy falta terminar algunos detalles de mi single Bad Romance y luego tendré una reunión con el productor del vídeo en New York y decidí que llevaré a mi hijo conmigo para pasar la noche allá y tal vez pasear.
Me levanto cuidando de no despertar a mi bebé y voy al baño, me veo en el espejo y luego al reloj en la pared, son las 8:45 am. Con tranquilidad me lavo el rostro y me cepillo los dientes, hago lo mismo con mi cabello y como el trabajo comenzará recién a las 3 de la tarde, me visto cómoda.
Camino hasta acostarme cerca de Prince, con besos y mimos para despertarlo. Me río cuando frunce el ceño como enojado.

-bebé...-le digo lento y suave pero aún no abre sus ojitos-Prince...

-bah!-dice de repente y me quedo sorprendida, mí propio hijo me está retando. Él sonríe mostrando sus encías

-niño malcriado! Ahora vas a ver!-digo y le hago cosquillas hasta que ríe fuerte. Ese sonido es el más hermoso del mundo. Me separo de él y lo comienzo a revisar el pañal y cambiarlo de ropa, soy toda una mamá jajaja. A pesar de estos agotadores días pasados creo que hoy será un día especial.

Narra Michael***

Estoy sentado en mí escritorio, quieto y machacando mí cerebro para usar las palabras correctas para decirle a Frank lo de mí hijo. Lo conozco y sé que aunque por un lado esté feliz por el otro se pondrá desesperado, como mí representante debe cuidar mí imagen obviamente. También he llamado a Elizabeth, es obvio que ella también lo debe saber. Lo he decidido, quiero estar cerca de mí hijo sin perjudicar a Stefani. Sé perfectamente que a ella le importa mucho su carrera en la industria y no quiere que yo lo arruine, ya le he hecho muchas cosas y yo no quiero seguir con eso para poder estar con mí hijo. De Lisa, solo necesito escuchar la opinión de mis amigos más cercanos y tomar también una decisión definitivo. Me harte de sus tonterías y engaños, me doy cuenta que una cosa es tenerla de vez en cuando y otra muy diferente convivir con ella. Adoro a sus hijos pero no puedo quedar como idiota, sé que me engaña y yo no voy a seguir con ese papel.
El teléfono me hace saltar del susto y camino hasta él para atender.

-si?-digo un ansioso

-señor Jackson, la señora Taylor y el señor Dileo están aqui-la voz de James, mí guardia de seguridad, retumba con su súper grave voz

-hazlos pasar a mí despacho, gracias-digo rápido sin esperar respuestas. Estoy nervioso y no sé porque...mierda.

Me frisiono las manos y camino hasta tomar asiento en mí escritorio, vuelvo a levantarme cuando escucho los golpes en la puerta. Camino otra vez a la puerta y al abrirlo veo el hermoso rostro de Elizabeth, me sonríe y eso me hace sonreír.