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(N/A) Solo queria aclarar, por si no se entiende, pero cada capitulo representa un dia y no son continuaciones de el mismo y nada, eso.

Esa noche al llegar te disculpaste por todo lo ocurrido la noche pasada. Ya hasta empezaba a acostumbrarme a tus seguidas disculpas. En realidad no me había molestado, pero hubiese preferido que me escucharas, simplemente eso. Te plantee lo que pensaba al respecto y solo asentiste.

-Esto es una muerte.- Comente viendo alrededor, el bar estaba vació otra vez. No le daba mucha importancia a el hecho de que últimamente el bar no este concurrido, pero en el fondo sabia que eso estaba afectando mi situación económica.

-Y si hacemos algo?

-Que tipo de cosas?- Levante una ceja.

-Mike!!!

-Perdon.

-Esta bien -Empezaste a reir, tu sonrisa transmitia tanto..

-Pero, si quieres, podemos ir a mi departamento y escuchar algo de música o mirar alguna película.

-Suena bien.

Salimos del bar y caminamos media cuadra hasta llegar, el bar y mi departamento estaban relativamente cerca.

Una vez allí, te ofrecí una bebida, la cual aceptaste. Nos sentamos juntos en la punta de mi cama, y en el fondo se reproducía el disco de The Wall, que habías elegido escuchar.

Recostaste tu cabeza en mi hombro, mientras yo me dedicaba a sentir el tacto de las yemas de mis dedos en tus adorables rizos. Era confuso el no tener el conocimiento de que eramos en realidad, pero era preferible  alargar el trayecto de la búsqueda de una respuesta a las preguntas que me generaba esa falta de conocimiento sumergiéndome en tus ojos.

Tus ojos. Me veía sorprendido una  vez mas por el brillo de aquellos ojos verdes de los cuales ya confiaba plenamente. De un verde que no solo brillaba, también transmitía y hasta se expresaba mejor que lo que podían hacerlo las palabras.

No sabia mucho de vos, y sin embargo te habías convertido parte fundamental de mi triste vida, en el mas bello sueño. A pesar de todo, de tantos placeres sin fin, te sentía cercano, y sobre todo te sentía libre. 

Y es que quizás era esa la razón por la cual estabas provocando que mis sentimientos se desordenaran tanto, la hermosa libertad que evocabas, mas precisamente; tu alma libre. Tu libertad me traía, igual que un viento universal, aires de revolución cargados de vehemencia. Hasta me impulsaba a seguir a mis deseos de arte viéndote como un boceto. Amaba tu libertad, amaba cada parte de tu persona.

Me recosté sobre la cama, gesto que imitaste y sin previo aviso acercaste en huida tus labios a los míos.

-Te amo.-  Me dirigiste aquellas palabrasen un volumen bastante bajo, transmitiendolas en una voz completamente serena y haciéndome reflexionar sobre todo lo que me hacías ser cómplice y solo pude afirmar una teoría que estaba empezando a formularme:

Tu libertad también era mi libertad.

Barman. [b i k e]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora