242 - Parte 2

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- Disculpe, señor? - Me dirigi hacia el.

Marianne intento decir algo, pero el hombre cubrio su boca con sus manos. Solo pude observar su mirada, que gritaba en silencio respuestas que no estaban a mi alcance y no lograba descifrar del todo.

Actitud violenta. Sin dudas era el padre de Billie, pense que habia descubierto nuestra relacion e intentaria separarnos, aunque no se lo permitiria.

- Es importante! No entiendo cual es su problema, Billie es capaz de tomar sus propias decisiones. Lo dejare en paz si solo me permite un momento con el. - Dije casi al borde de delirar.

Finalmente Marianne se digno a hablar

- Mike...- Respiro profundamente. - Realmente, no puedes hacerlo. - Dijo con cierto dolor en sus palabras al evocarlas.

Imagine una respuesta alternativa, pero no podia ser posible.

- El jueves pasado, cuando iba a visitarte al bar... - la observe confundido. -pudo ocurrirle a cualquier persona, situaciones asi pasan todo el tiempo; las calles se inundan en la nieve... 

No comprendia lo que ocurria, aunque una parte de mi intentaba hacerlo.

Pero no me gustaba esa comprension.

No deseaba pensar en esa comprension.

- ¿Marianne? ¿Se encuentra bien? - Pregunte al ver como hiperventilaba y las lagrimas comenzaron a salir de sus verdes ojos desesperadamente. Recordandome a los ojos de Billie la primera vez que entro por la puerta del bar.

Cierto silencio hizo presencia, interrumpido por los sollozos de tu madre.

- Los frenos fallaron. - Dice con voz lastimosa.

- No lo entiendo.

- Esta muerto! Maldicion, acaso no lo entiendes? Mi hijo esta muerto y todo es tu culpa! - Grito tu padre, histericamente.

No.

No podia estar ocurriendo.

Simplemente, no estabas.

No estaba ocurriendo.

Jueves. Frenos. Billie.

No.

Si no fuera por mi egoista necesidad de verte esto no hubiera ocurrido.

Mi cuerpo empezo a debilitarse.

Cai rendido en la imposibilidad de hacer algo al respecto

mientras cada lagrima que salia de mis ojos dolia como nunca antes algo me habia lastimado,

como si de esa manera podria lograr consumir el dolor como se consumian los cigarros,

aunque no lo hizo

pues el dolor siguio permaneciendo

por mas que grite con mi grito hecho sangre

no logre nada al respecto.

No logre que volvieras.

Pero necesitaba que volvieras.

Que regresaras, me dijieras que todo estaria bien y que plasmes tus labios y me llenes de calidez.

Te necesitaba.

Te necesito.

Barman. [b i k e]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora