- Amor, acaso no hay alcohol en esta casa!?- Gritos que me levantaron de un hermoso sueño.
-No crees que es ridiculamente temprano para beber?- negaste con la cabeza - No precioso, no hay.
-Conozco un lugar en el que si.
-No iremos al bar, Billie. Apenas puedo levantarme de esta cama. - Volvi a envolverme entre las sabanas
-Oh, claro que si lo haremos. - Regresaste hacia mi y me obligaste a levantarme a besos (n/a: todes necesitamos a un billie en la vida)
Y asi fue como termine en piyamas en medio de la calle a las 6:30 de la mañana abriendo las puertas del bar.
Corriste hacia una botella de whisky y te recostaste en el, ya deteriorado, sofa del lugar.
No podia evitar sentirme como un tonto enamorado al ver
tu blanca piel suave,
casi musical
a la luz de los debiles rayos de luz que propagaba la ventana del bar,
tus preciosos rulos color chocolate que endulzaban mi visual,
tus prepotentes labios y mirada,
despertaron adrenalina,
haciendome sentir bastante inusual.
La curva de tu cintura, me hacia navegar
como sobre las olas, de un manso mar.
tu recostado cuerpo era como una escultura
pero con temperatura gradual
que a mis manos comenzaba a entibiar
tu fresca boca como agua de manantial
empalagaba a la mia, que no se cansaba de besar
cerre mis ojos, sentia transportar
vi mil colores
sentia mi corazon explotar
pero por fuera siento calor
y frio
pero por dentro lloro
y me rio
tengo sabor a vino y miel
escucho
mi mente transforma y suda mi piel
tacto de cosquillas y sentir mi sonrisa dibujar
saber que por hoy no es el final
y que si llegara el mismo mañana
te volveria a amar.