Solitario Envidioso [Adrinath/Félinath]

Prólogo

Hace muchos años...

Una gran fiesta de cumpleaños se estaba llevando a cabo en la mansión Agreste.

Un pequeño Adrien de 7 años se encontraba jugando con otros niños, había invitado a todos sus amigos de la escuela para celebrar, todos estaban ahí, en especial su mejor amiga, Chloe. Todos esos niños pensaban que se trataba del cumpleaños de Adrien, pero en realidad era de su hermano, Félix, que ese día cumplía 9 años, el cumpleaños de Adrien sería hasta dentro de una semana, era mayor por un año y una semana.
Félix solo estaba sentado recargado en la pared de la mansión leyendo un libro infantil, no le interesaban los demás niños, no conocía a ninguno de ellos y no tenía intención de hacerlo.

-¡Juguemos a las escondidas!- Exclamó el pequeño Adrien alegre -Chloe, tu cuentas- Tomó las manos de Chloe e hizo que las colocara cubriendo sus ojos

-Como tu digas Adrien- Respondió Chloe de una forma algo coqueta y extraña para su edad, Félix no sabía que tenía esa niña pero no le agradaba para nada, sus padres tenían una buena amistad con los suyos, Adrien y Chloe se llevaban bien, pero Félix pensó que era algo engreída, ella decía ser una princesa, la cual le daba órdenes a todos, además de reclamar a Adrien como su principe

-Los demás escondanse- Seguido de eso Adrien corrió lo más rápido que pudo, al igual que los otros niños mientras Chloe comenzaba a contar.

Félix notó que un niño no estaba jugando con el resto, era bajito, piel clara, cabello largo y pelirrojo con unos enormes ojos azules, "Que pena", pensó Félix y continuó con su lectura pero fue interrumpido por una mano que cubría su libro, era ese niño
-¿Puedo ayudarte?- Félix levantó una ceja

-¿Quién eres?- El pelirrojo lo miraba detenidamente, algo confuso tanto para él como para Félix -Nunca te había visto en mi salón de clases-

-Soy un año mayor- Le explicó Félix -Estoy en un grado superior a ustedes- Félix cerró su libro -¿Y tú?, ¿Cómo te llamas?-

-Soy Nathaniel- Le estiró la mano a Félix esperando que la estrechara, pero él solo lo ignoró

-¿Eres amigo de mi hermano?- Félix siguió la conversación con el menor, no tenía nada mejor que hacer

-¿Adrien es tu hermano?- Preguntó el pelirrojo, a lo que Félix asintió -No, realmente no me agrada casi ninguno de mis compañeros, pero Adrien invitó a todo nuestro salón y mi mamá me obligo a venir, ella piensa que debo jugar más con otros niños y no pasar tanto tiempo dibujando- Le sonó familiar eso, su madre también lo había obligado a hacer esa ridícula fiesta, a la que ninguno de sus amigos asistiría porque... Bueno, no tenía amigos

-¿Tu dibujas?- Félix Preguntó curioso -¿Puedo ver tus dibujos?- Se sintió interesado y algo curioso en ver que era lo que ese pequeño pelirrojo dibujaba tanto

-No- Respondió avergonzado -Son privados, nadie puede verlos, solo yo- Hizo un puchero

-¿Cuál es el punto de tener un gran talento si no se lo muestras a nadie?- Félix bromeó, haciendo sonreir al menor.

Pasaron horas hablando, mientras los otros niños seguían jugando, a Félix realmente le había agradado ese niño, era interesante e inteligente para su edad, no como su hermano, que aún se comportaba como un bebé mimado
-¿Quieres ir por un poco de pastel?- Le preguntó a Nathaniel mientras se ponía de pie

-¿No deberíamos esperar a los demás?- Preguntó preocupado Nathaniel

-Ellos no importan, vamos- Estaban por entrar a la mansión cuando de repente alguien tomó a Nathaniel del brazo, era Adrien

-¡Ven a jugar con nosotros!- Lo jaló del brazo y se lo llevo con los demás niños sin siquiera pedirle permiso, dejando a Félix solo.

"Niño malcriado... ¿Acaso siempre tienes que quedarte con lo que es mío?"