Solitario Envidioso [Adrinath/Félinath]

Felíz Cumpleaños Félix

Amaneció.

Félix se levantó de su cama, sin ganas de ir a la escuela igual que siempre. Aunque ahora había una pequeña razón para hacerlo, su pequeño rayo de sol.

Ya lo había aceptado, él estaba enamorado de Nathaniel. Estuvo toda la noche pensando solamente en eso y era muy evidente, él sentía algo por Nathaniel.
Pero no iba a decírselo, ¿Qué pensaría de él?, ¿Le dejaría de hablar?, no quería perder a su único amigo por un capricho de su corazón.

Escuchó suaves golpes que provenían del otro lado de la puerta
—Pase— Dijo mientras se arreglaba para ir a la escuela, llevaba puesta una camisa de vestir gris, un pantalón negro y un chaleco del mismo color, con una corbata negra sostenida de su cuello

La puerta se abrió, era Adrien
—¡Feliz cumpleaños Fé!— Adrien se lanzó sobre él para darle un abrazo, pero termino haciendo que ambos cayeran al suelo, con Adrien quedando arriba de él

—Gracias...—Dijo en voz baja, por alguna razón se veía molesto

—¿Pasa algo?— Adrien se levantó y se sacudió la ropa

—No es nada— Félix se acomodó su corbata y arregló su peinado. Aunque era un lindo gesto por parte de su hermano el felicitarlo por su cumpleaños, seguía un poco molesto por lo que había ocurrido el día anterior. Después de todo, su hermano había salido con el chico que le gusta, pero no podía culparlo, él no lo sabía y Félix no quería que se enterara

—Ten— Adrien estiró sus brazos, entregandole a Félix una pequeña caja rosa con un moño color marrón

—Gracias— La tomó y la abrió, dentro había un pequeño peluche de un gato —Es muy lindo— Sonrió

—Sabía que te gustaría— Adrien salió de la habitación de su hermano —Te espero abajo para desayunar—

Desde pequeño, Félix siempre había querido tener un gato, su madre le había prometido regalarle uno siempre y cuando fuera responsable con él, pero no pudo cumplir su promesa.
En cuanto a su padre, él no quería ninguna mascota dentro de la mansión, mucho menos un gato, él detestaba esos animales.

Al bajar al comedor, Adrien ya se encontraba desayunando y el plato de Félix ya estaba servido.
La secretaria de su padre, Nathalie, entró al comedor y dejo una pequeña caja color plata en la mesa, junto al lado de Félix
—Feliz cumpleaños joven Agreste, su padre le envía esto— Dijo y se retiró

—Gracias Nathalie— Esperó hasta que estuviera lejos del comedor, abrió la caja y ahí estaba de nuevo, el mismo bolígrafo que les regalaba a ambos cada año —Lo atesoraré por siempre— Dijo en un tono sarcástico para después lanzarlo por la ventana.

Ambos terminaron su desayuno y salieron de la mansión.

Las clases pasaron rápido, Félix prestaba atención a la clase pero no podía evitar ser distraído por la mirada de cierta chica que le incómodaba demasiado.
La campana sonó, anunciando el receso. Fue hasta su punto diario de encuentro con Nathaniel, no podía esperar para verlo de nuevo.
Nathaniel corrió hasta donde estaba Félix, rodeandolo por completo con sus brazos, Félix no sabía como reaccionar, su cara estaba roja pero aún así disfrutaba de ser abrazado por el menor, sentía un calor agradable pasando por su cuerpo pero que quemaba sus mejillas
—Feliz cumpleaños— Dijo el pelirrojo, dándole vueltas de un lado a otro mientras aún lo abrazaba. "¿Cómo sabe que es mi cumpleaños?", se preguntaba, pero a la vez no le importaba, se sentía bien que alguien ,además de su hermano, lo supiera —Tengo un regalo especial para ti, pero debes venir a mi casa nas tarde para que lo recibas— Lo soltó y dijo con una sonrisa juguetona