PROLOGO
¿Has experimentado despertar en una cama de hotel toda desorientada, y con dolor de cabeza después de una noche de borrachera y mucho sexo? Si tu respuesta es "Sí", entonces me entiendes. Abrí mis ojos y me encontré en una cama con un desconocido, no sabía dónde estaba ni el nombre de mi acompañante de cama, veía un poco borroso y la cabeza estaba que me estallaba, no podía comprender como a mi edad, aún no maduraba y seguía comportándome como una jovencita de 18 años, aunque bueno, tampoco era muy mayor. Me enderece y senté en el borde de la cama, me maree un poco, observe a mi alrededor y cuando ubique mi ropa, me levante por ella, me vestí rápidamente y salí de esa habitación, iba muy apurada que ni me detuve a observar el nombre del hotel, tome un taxi y me dirigí a mi casa. Como era de esperarlo, mi hermano se encontraba en el sofá esperándome, apenas me vio entrar me aventó uno de sus rollos, yo lo ignore y subí a mi habitación, no estaba para oír sus gritos, ya "soy mayor de edad", me di una ducha, tome unas pastillas para la resaca y me acosté un rato.
-¡¿Dónde has estado?! -entro Federico azotando la puerta, mi tranquilidad había terminado.
-¿Puedes bajar la voz? Me duele la cabeza...
-¿Todavía quieres que tenga consideración contigo, cuando no la tuviste conmigo? Hubieras avisado que llegarías tarde y me hubieras ahorrado tanta preocupación.
-Fede... por favor déjame dormir.
-¿Dónde has estado? -al menos hablo en voz baja, pero no tenía intención de contestar, simplemente lo ignore y volví a cerrar mis ojos- ¡Maldita sea! ¡Contéstame!
-Pase la noche en un hotel. ¡Contento! Ahora hazme el favor de salir de mi puta habitación y déjame dormir.
-Hablaremos más tarde -salió de mi habitación y al fin pude dormir.
Me desperté al medio día, me levante y me di un baño, sabía que tendría que enfrentar a Federico, así que baje a la cocina, pero al verlo sentado en el sofá me detuve casi por instinto, soy bien mierda con todo el mundo, pero no podía serlo con él, ha sido el único que ha permanecido a mi lado. Cuando se percató de mi presencia, me hizo una seña para que me sentara en el sofá. Me acerque y me senté frente a él, espere a que soltara su rollo habitual... pero no lo hizo.
-Federico, perdóname por...
-¿Por haber llegado tarde? ¿Por no avisar? ¿Por tu comportamiento? Puedo perdonarte esto y un montón de cosas Kate, soy tu hermano mayor y soy la única familia que te queda, pero sabes que no siempre estaré para ti -oírlo decir eso me ponía triste, yo más que nadie sé que no estoy sola en el mundo, solo por él.
-Lo sé, perdóname por todo eso... anoche se me pasaron las copas y lo único que recuerdo es que cuando me desperté, estaba en un hotel con un desconocido en la cama, lo siento.
-¡Oh Kate! ¿Cuándo cambiaras?
-Nunca, por favor Fede, tengo 21 años -mi hermano resoplo, dándose por vencido y volvió a ver la televisión.
Yo me levante y me dirigí a la cocina, pero me detuve en seco cuando la imagen de un chico se me vino a la mente, no lo reconocí, mi mente jugaba conmigo y no me permitía rescatar ninguna característica del chico, pero sin duda era el mismo con el que había pasado la noche.
-¿Qué te pasa? -pregunto Federico, que ya se encontraba a mi lado.
-Nada, me maree un poco -conteste y camine hasta la cocina, tome un poco de agua y observe como mi hermano no me quitaba el ojo de encima-. ¡Venga! ¡Suéltalo ya! -le espete.
-No quiero discutir, sabes lo que pienso de tu comportamiento y no tengo nada más que decir.
* * * * *
Estaba muy preocupada, no podía pasarme esto a mí. Veía como las personas pasaban frente a mi muy feliz y yo muriéndome de los nervios.
-Tranquila, todo estará bien -decía Carol, que se encontraba a mi lado.
-¿Tranquila? No puedo estar tranquila, como estarlo si podría estar embarazada de un desconocido, ¿te imaginas? ¿Qué le diré a Federico? No pude haberla cagado...
-Lo hiciste al no cuidarte.
-Lo sé, fui una estúpida... y en este maldito hospital no te atienden, me tienen con los nervios a flor de piel -me levante y comencé a caminar de un lado a otro, los nervios me estaban matando. De repente la recepcionista dijo mi nombre y mi corazón latió rápidamente cuando dijo que podía pasar.
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UN FRÍO CORAZÓN LLENO DE AMOR!!
Romance¿Puede el amor descongelar cualquier corazón? ¿Puede hacer que la persona más fría y dura, se ablande y acepte sus sentimientos? Una historia que estoy segura que te sorprenderá, tal vez existan casos similares, pero no sabremos si te gusta hasta qu...