— Más bien yo la había mandado a buscarte, me entere de tu problema y creo que puedo ayudarte con eso. - Dijo sonriente aquella peculiar maga la cual se encontraba sentada sobre la barra meciendo sus pies descalzos.
— ¡Primera! ¿ya lo sabe? ¿puede hacer algo al respecto?- la verdad si alguien sabía de planes y cómo lograr algo esa era ella, tal vez se le había ocurrido o sabía algo que Crux y Polyuska no.
— Claro, Mira me contó toda la historia con detalles- dijo sonriendo y asintió parándose sobre la barra — Y como Erza y las demas ya estan buscando un modo de revertir el hechizo nosotros nosotros buscaremos otra, y como tienes que enamorarte para que que se acabe esto, solo que una cosa que hacer- La rubia mayor sonrió aun arriba de la barra y sonrió apuntandola. — ¡Debes tener una cita con cada uno de los chicos afectados hasta que encuentres al hombre de tus sueños!
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— ¿E-eh? - la cabeza de la maga celestial no calibraba correctamente tras la "grandísima idea" de la primera maestra del gremio
— ¡¡Eso suena fantástico!! ¿Te imaginas lucy? Tu teniendo citas románticas en busca de el amor de tu vida y así romper un hechizo mágico ¡¡awwww!! no podría ser aún más romántico- mencionó emocionada y encantada la maga de cabellos blancos muy feliz.
mas la cara de la rubia era digna de una fotografía, algo pálida, quieta en su lugar, no podían estar hablando enserio
— Yo no creo para nada que esto sea necesario, Erza, Juvia y Cana regresaran pronto con la respuesta a este dilma, s-salir con ellos sería como echarle más leña al fuego ¿No cree?
— ¡tonterías! no sabemos cuanto tiempo tardan las chicas en volver o si su mision sera un exito, asi que la mejor estrategia de todas seria, ya que no sabemos que de otra forma romper el hechizo mas que enamorandote tu, entonces que tu salieras con los chicos. Así, podrías llegar a enamorarte de alguno de ellos y en teoría eso debería hacer que todos vuelvan a la normalidad, y si no te has enamorado para cuando ellas lleguen al menos sabremos que intentamos hacer algo ¿no?
— Pero...yo...- no sabía que objetar ante sus palabras, la verdad que lo que decia parecia tener mucha lógica, pero ¿enamorarse? conocía desde hace años a todos esos chicos, bueno, a la mayoría. si se hubiera podido enamorar de uno de ellos lo habría hecho desde ya hace tiempo ¿no? eran sus compañeros, su familia ¿realmente podría ver a uno de ellos como algo más? y de hacerlo ¿qué pasaría con su corazón después de eso? No se había enamorado nunca antes, solo a ver sentido cierta atracción y cariño pero no llegar a dicho punto. ¿y si en verdad se enamoraba? que tal si no era de la persona correcta o de alguien que tuviera prohibido querer, y ..realmente ¿de que contaría si esa persona solo le correspondiere por estar hechizado?
— ¡Yo quiero la primera cita! - salió de sus pensamientos al escuchar una voz y volteo su mirada hacia aquel chico que la veía con seguridad.
— Natsu...- no, no podía ser, no quería repetir lo que había pasado aquella noche frente a la catedral, la herida aún estaba abierta, pero era verdad, si tenia una cita con todos tendría que tenerla con él también y aclarar todo aquello.
— Ni lo pienses - habló el peliazul parándose de su asiento con las manos en los bolsillos y un semblante serio — Yo seré el primero - comnto au manteniendo su semblante enfocando los ojos en la maga quien se sonrojo de inmediato sorprendida.
— G-gray..p-pero tu...- ¿en serio el se había ofrecido? ¿porque? el ni siquiera estaba bajo el hechizo.
El fantasma ahí presente no pudo evitar sonreír ante lo que estaba pasando y aun parada arriba de la barra se dispuso a hablar — ¡¡ATENCIÓN!!! a partir de mañana todo hombre de aquí tendrá derecho a una cita con lucy, para que todo sea justo, les dare un numero al azar y el numero que les toque será el turno que tendrán, así que formen una fila- hablo muy animada, para ella si que era algo entretenido.
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Locos por Lucy
FanficCuando Lucy creía que ningún hombre podría enamorarse de ella, por culpa de una extraña pócima el gremio entero y varios visitantes terminan profesándole amor eterno a la maga celestial, pero...¿como distinguir el amor verdadero? podrán nuestros do...