SOY HOMBRE MUERTO...¿O NO?...

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Las espadas y los cuchillos se encontraban en la paréd pegados por todo el centro de batalla.

-Elijé uno, dijó el alfá agarrando una espada.

-No voy a usar, dijé moviendo mis manos.

-Eres valiente pero eso no te llevara al libro, jajaja, dijó burlandose de mí.

-No le hagás caso Alex, siempre hacé eso con sus enemigos, dijó Andres agarrando mi hombro.

-No te preocupes, estoy bien.

-Me voy, yo y Mia te estaremos viendo en las gradas, mucha suerte.

-Mucha suerte Alex, dijó Mia dandome un beso en la mejilla.

Espera...¿Porqué me tiembla el cuerpo?...

-La tendré, dijé agarrando sus manos.

-¡¡¡Apuraté Alexito!!!, dijó el alfá.

-No me digás así, dijé enojado.

-¿Entoncés como quieres que te llamé?...¿Estupido?, jajaja.

Me estaba sacando de quisío...

-¿Por qué no te callas de una buena véz?, dijé corriendo hacía el queriendo darle un golpe en la cara pero el la esquivó.

-Buén intento, dijó con una sonrisa burlona.

Me levanté del piso queriendo darlé otro golpe, pero el agarro mi mano y me golpeo siendo disparado hacía la paréd.

-¡¡Auch!!, dijé callendo al suelo.

-por sierto me faltó presentarme, me llamó Aquitó, soy el alfá supremo de esta manada y si nadíe me gana tú no lo harás.

-Ya veremos eso, dijé levantandome con los ojos verdes.

-¿Qué?...dijó espantado.

-Es mejor que bajémos, dijó Andres moviendose rapido entre la múltitud.

Mis ojos verdes cambiaron a amarrillos, mis manos se convirtieron en garras, y de mi boca salío un aullído.

-Ahora sí, es hora de divertirnos, dijé con una voz maliciosa.

-¿Eh?, dijó  Aquitó sorprendido.

Fuí corriendo hacía el, mis piernas se convertían en patas y saltando sobre él lo empezé a rasguñar.

-Quitaté bestía horrible, dijó Aquitó queriendome quitar, pero mi fuerza era indescriptible.

-Quitaló de encima Andres, escuché a Mia gritarlo.

Rapidamente agarro una posión y la colocó sobre mí, mi cuerpo empezó a flotar hasta llegar a transformarme en humano de nuevo.
Cuando reaccioné Aquitó no tenía un ojo.

-Perdón, dijé con la cara detrás de Andres.

-Eres idéntico a tu padré, dijó con una sonrisa.

-¿Mi padré?...dijé saliendo de la espalda de mi hermano.

-¿Cuántos años tienes?...dijó curioso.

-16...dijé estrechando su mano.

-Te mostraré el libro, vén, y caminando hastá un templo nos habrío un cofré,de el salío un mapa.

-Sí realmente eres su hijo, el mapa se convertirá en un libro, dijó Aquitó dandome el mapa.

Y como sucedío... al agarrar el mapa, este se convirtío magicamente en un libro que al abrírlo me mostraba todos mis antépasados.
Cada unos tenía colores diferentés, y al morir uno por uno se los regalaron a mi padre y al morir él se los dío a mí.

-¿Puedo llevarmelo?...dijé abrazando el libro.

-Sí,claro, es todo tuyo.

-Gracias.

Y así había finalizado mi día en otra dimensión...

-Vamonos a casa, dijó Mia subiendo al carro.

-Sí, es hora de dormir, dijó Andres presionando un botón.

-estavien, dijé entrando al carro y mirando la ventana.

¿Habrá otra aventura como está?...

.LA SUERTE DE UN MONTES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora