Luna de Plata

Ep. 1 Mala suerte

Mucha gente cree que la vida es más sencilla en el campo, pero no saben los horrores que acechan en esas colinas, cosas que nadie debería ver y mucho menos enfrentar, esta es mi historia, de como mi vida cambió después de una noche de luna llena.

***Agosto de 1995***

—¡Joe, no dejes que esas 3 se alejen más! —Mi padre era Thomas Miller, uno de los tantos ganaderos de Minnesota, y él hombre más rudo que conocía.

—Hijo, ve con Louis, creo que encontraron la res pérdida. —Yo solo tenía 10 años en aquel entonces pero era suficiente para unirme a ellos en el trabajo.

—Entendido. —Le respondí justo antes de comenzar a cabalgar.

En los días anteriores, se habían perdido 3 vacas, extraño ya que la cerca estaba intacta, el trabajador de mi padre, Louis, había pasado dos días buscándolas en los alrededores y al parecer ya las había hallado, era mi trabajo ir a comprobarlo y ayudar a llevarlas de vuelta a nuestro terreno.

La tarde pasaba lento, acompañada por un viento relajante, ni siquiera me molesté en hacer correr a mi caballo, no había prisa y me gustaba ver los paisajes a mi alrededor. A lo lejos logré distinguir la silueta de un vaquero, era Louis, no me saludó lo cuál era raro en él.

—Hola Lou, ¿Encontraste los animales? —Mi tranquilidad se esfumó cuando ví el cadáver de nuestra vaca a unos dos metros de donde Lou estaba parado —, ¿Qué es eso?

—¿Qué parece? Algo mató a la pobre, seguí el rastro desde la orilla de la cerca, es como si algo la hubiera cargado y saltado la cerca. —Me respondió y noté un poco de miedo en su voz.

—¿Un oso quizás? —No se me ocurría ningún otro animal con la fuerza para cargar una vaca adulta.

—No, no he visto un oso por aquí en años, y no podría saltar la cerca con una vaca en la mandíbula.

La noche comenzaba a caer, y Louis y yo nos encontrábamos a unos 500 metros de los límites del rancho de mi padre, el viento comenzó a sentirse frío, erizandome la piel.

—Oye Lou, deberíamos volver con los demás. —Le dije a mi actual compañero.

—¿Qué dices? Hay que enterrar esto y esperar a tu padre. —Me respondió al momento que encendía una linterna.

—No me agrada estar aquí, ¿Y si lo que mató a esta vaca regresa? —La oscuridad no era total, una hermosa y enorme luna llena estaba brindándonos su brillo.

—No pasa nada, y si vuelve lo veremos, estamos en campo abierto. —Sus palabras no eran muy tranquilizantes pero el rifle que llevaba en la mano sí.

Louis tomó una pala de su silla de montar y comenzó a cavar lo que sería la tumba de aquella res, la noche era bastante tranquila pero había algo en el viento que me preocupaba, recuerdo haber dado un salto cuando el radio de Louis sonó.

[Lou, ya acabamos acá, en unos momentos te alcanzamos ¿Cómo está Collin?] La voz en el radio era la de mi padre

—Está bien, señor, estamos enterrando al animal. —Le agradecí mucho que no mencionara mi comportamiento reciente.

[Entendido, no tardamos]

—Gracias por no decir que tenía miedo. —Le dije a Lou mientras recogía la linterna que había dejado caer.

—No te preocupes, recuerda que si ves o escuchas algo raro me avises.

—Sí. —Debí pedir una definición de lo que el entendía por raro.