Luna de Plata

Ep. 15 Mata lobos

No sabía que decirle a Anna que pudiese tranquilizarla, el vídeo la había puesto demasiado alterada, ahora era obvio que su padre estaba involucrado con el lobo.

—Apuesto a que ese oficial de policía es el lobo. —Tyler interrumpió con una voz de lo más temerosa.

—Es una de las probabilidades. —Le respondí analizando rápidamente todo lo que sabía.

—Pero...¿Dónde encaja mi papá? No es posible que todo eso pase en el rancho y el no lo note —respondió Anna mientras se separaba de mí y controlaba su respiración.

—No lo sabemos, pero al menos no puede ser un lobo —respondí lo más seguro que podía para tratar de calmar a Anna.

—¿Porqué? —preguntó Tyler.

—La noche que el lobo nos atacó a Anna y a mi, él nos ayudó, estaba con nosotros mientras esa cosa escapaba.

—Es verdad —la voz de Anna sonaba más aliviada —, quizás está siendo amenazado por ese policía.

—Aún así no debemos confiarnos, no hay que asumir que es una simple víctima. —Tyler tenía razón, además aún tenía aquel extraño sueño en mi cabeza.

—Entonces... ¿Qué hacemos? —preguntó Anna.

—Llévate unas plantas de mata lobos, colócalas en tu casa y así sabremos si alguien allí es alérgico —dijo Tyler antes de dirigirse al auto para buscarlas.

—Tu padre sabrá que nos viste, si ese oficial es su amigo, lo más seguro es que se lo diga. —Mirando a Anna, intentaba advertirle que tuviese cuidado.

—Yo me encargo de él, no te preocupes. —Anna me sonrió indicando que todo estaba bien.

—Toma. —Tyler le dió un ramo de mata lobos.

—¿Qué haremos con ese policía? —Me preguntó Tyler mientras veíamos a Anna alejarse.

—Le pediremos ayuda al sheriff, lo vigilaremos y si es posible lo haremos confesar. —Le dije mientras sonreía con toda la confianza que pusiese reunir.

—Bien, porque a él no podemos ponerle mata lobos en la casa.

—Por cierto, deberías quedarte con Karen y conmigo, si ese sujeto te encuentra en la calle no sabemos que pueda hacer. —Ofrecí la casa de Karen a Tyler sin antes pensar en ella.

—Claro, pero tenemos que pedirle permiso, a veces creo que no le agrado mucho —respondió mi amigo con un poco de tristeza en su voz.

Teníamos un sospechoso sólido, sin embargo debíamos proceder con mucho cuidado si queríamos atraparlo.

. . .

Al día siguiente, comenzó la vigilancia de aquel sujeto, habíamos conseguido su dirección con ayuda del sheriff, y Tyler haciendo su papel de vago lo mantuvo en la mira por al menos una semana, pensábamos que estábamos yendo por buen camino.

—¿Qué averiguaste? —le pregunté a Tyler mientras entrabamos al bar.

—Un tipo normal, sale al trabajo temprano y regresa a las 6 pm, ni siquiera visita el bar.

—¿Tiene Amigos? ¿Algún hobbie?

—Nada Collin, el tipo es lo más simplón que haya visto, hasta el cura va a los bolos los jueves y él no.

—Bueno, iré a ver al Sheriff para saber que le dijo el forense sobre las muestras de sangre ¿Vienes?

—No, prefiero quedarme aquí con mi cerveza.