Recuerdos

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—John, me gustaría presentarte a la señorita Martha Manning, la hija de uno de mis socios. —Decía su padre mientras le presentaba una bella y rubia joven de aproximadamente su misma edad.

—Es todo un gusto conocerla. —Le dijo el pecoso a la doncella para luego besarle la mano por pura cortesía.

—El gusto es todo mío. —Respondió ella con una sonrisa formada en sus labios.

—Bueno, los dejaré a solas para que se conozcan mejor. —Dicho eso el hombre de pelo canoso se retiró, sin darse cuenta que los dos jóvenes voltearon a ver inmediatamente que tan lejos se encontraba de ellos ahora.

—Así que... ¿qué te gusta hacer?—Preguntó John, sintiéndose algo incómodo, pues sabía que solo la habían presentado como posible pretendiente y aunque de ser por él hubiera corrido lo más lejos posible, tampoco quería ser maleducado.

—Pues, no mucho, leer, bailar, tomar el té...—Respondió con un suspiro. —Por cierto, si ves a tu padre a lo lejos solo finge que te estás divirtiendo conmigo. —Le dio un guiño.

— ¿Disculpa?

—No se preocupe señor Laurens, sé muy bien que su padre solo nos presentó esperando que surja algo entre nosotros, aunque usted no está interesado para nada en mí, ¿o es que acaso estoy equivocada?

—Pues, bueno...—Se quedó callado­, pues se había asombrado por cómo se dio cuenta tan rápido.

—Tomaré eso como un "No Martha, no lo estás, tu si sabes leer la mente de los hombres"—Dijo por él, dándole gracia al de pelo rizado.

—Pues, ¿le gustaría dar un amistoso paseo por la ciudad?—Se inclinó señalándole el camino.

—Solo diré que sí porque no tengo otra cosa mejor que hacer. —Contestó ella en broma, provocando más risas, para luego comenzar a caminar al lado de él.

Y ese fue el inicio de una linda amistad.

[...]

— ¡John! No creerás lo que nos mandaron hoy. —Decía Eliza emocionada mientras le otorgaba a su marido unos sobres.

Laurens la abrió con curiosidad, percatándose de que eran dos invitaciones para una boda en Inglaterra, pero no era cualquiera, sino era la boda de Martha Manning, de la cual habían hablado ayer.

—Vaya, es increíble. —Comentó con una sonrisa.

— ¡Lo sé! Por fin conoceré a tu amiga Martha.

—Ah, sí...—Dijo mientras se ponía algo nervioso.

— ¿Qué sucede Jack? ¿Te preocupa el hecho de que tu esposa va a conocer a la mujer con la que casi te acostaste una vez?—Preguntó Eliza mientras le sonreía de forma pícara y se cruzaba de brazos.

«Oh, cierto, había olvidado que ya lo sabía» Pensó John, recordando que Peggy le había contado debido a que era un rumor del cuál tanto él como Martha se negaban a hablar, finalmente cuándo Eliza le pidió ser honesto con ella acerca de ese tema no le quedó de otra que contarle la verdad, afirmando que si tuvo la intención pero nunca se pudo por una discusión que hubo. Para su sorpresa no le molestó escuchar eso, pues había agradecido su sinceridad y aparte sabía muy bien que eso fue cosa del pasado.

—No me pondré celosa, si eso es lo que te inquieta, de todas formas sé que eres mío. —Le aclaró ella para después darle un beso.

—Así es, soy tuyo. —Afirmó él. —Oh, por cierto, ¿dejaremos a Philip con tus padres o alguna de tus hermanas?

Unsatisfied [HIATUS] Where stories live. Discover now