Capítulo 29: Acosador cautivo

2.9K 154 3
                                    

—Y bien, los escuchamos— mamá está de mejor humor, aunque sigue mirándome como si quisiera volver a golpearme. No lo había hecho desde que era un niño. Ella siempre fue dura con nosotros. Muy exigente. Mis hermanos y yo nos hemos ganado unas buenas nalgadas, coscorrones y una que otra zapatilla voladora. Como soy el menor, siempre he recurrido a la estrategia de hacerme el más chico para conseguir lo que quiero. A veces me resultaba, mamá me dice "pedacito de cielo" cuando está de buenas. Eso se debe a que de bebé fui un angelito. No daba problemas ni lloraba.

Pero ahora todo es diferente, vengo con la mujer de la que me he enamorado, a solicitar su aprobación.

Al igual que Karol, estoy decidido a marcharme a vivir con ella a su casita de la playa, con o sin la bendición de las familias. Pasquarelli o Sevilla.

Karol aprieta suavemente mi mano y me doy cuenta que todos esperan que yo hable.

—Papá, mamá. Karol y yo estamos enamorados y hemos venido a explicarles cómo sucedieron las cosas— los miro a ambos, papá sonríe, mientras alterna su mirada entre Karol y yo.

—Seguimos esperando esa maravillosa historia— mi madre es un hueso duro de roer.

—Como saben, llegué a esta hacienda, molesto, porque me dejaron a cargo...

—Todo mundo sabe que a ti no te gusta el campo, Ruggero— me interrumpe mamá. Sonrío y continúo.

—Karol y yo nos conocimos de una forma singular y al principio no nos llevamos bien pero...

— ¡Es obvio! Son de mundos completamente distintos— vuelve a interrumpir mi madre.

—Nos peleábamos mucho. Ella es testaruda, ambos lo somos— tengo que corregirme antes que la fiera me saltee encima.

—Como si no te conociéramos Ruggero— mi madre parece decidida a no dejarme continuar.

—Deja hablar al muchacho— murmura papá.

—A pesar de todas "esas diferencias" nos dimos cuenta que surgió algo más entre nosotros, empezamos a gustarnos y nos enamoramos...

— ¿Eso fue antes o después de echarle a perder el matrimonio a Karol?— otra vez mamá arremete.

— ¡Ruggero no echó a perder mi matrimonio!— salta Karol. — Y si está tan interesada en saber lo que pasó ¿Por qué no deja que su hijo le cuente?— le recrimina mi berrinchuda.

—No estamos contra ti Karol— mamá la mira con cariño. —No sabes cuánto me arrepiento de haber enviado a Ruggero a esta hacienda. Estoy segura que si él no hubiera venido tú estarías felizmente casada y sin problemas— afirma. Me entristece que mi mamá no haga el más mínimo esfuerzo por comprender.

— ¡Eso no es cierto! Bastante fe le tiene a su hijo ¿No?— reclama mi berrinchuda

—Lo conozco mucho más que tú. Ha sido un engreído siempre, creció demasiado mimado y se volvió un joven caprichoso...— en eso mamá tiene razón. Cómo contradecir la verdad.

—Amor, no seas tan dura— se queja papá.

—A ver dime ¿Cuántas veces llegó borracho a casa?— pregunta. Yo sólo agacho la cabeza.

—Pero eso no viene al caso— sonríe mi padre.

—Perdió una vez su licencia por conducir ebrio. Cada semana cambiaba de novia, es irresponsable. Tuve que echarlo de casa para que consiga un trabajo...

Mi madre se echa a enumerar mi larga lista de defectos. Lo reconozco, he sido irresponsable. Me quitaron mi licencia a los 19. Salía de fiestas cada semana hasta los 22. Tenía un grupo de amigos locos. Pero quise reformarme cuando me mudé con Michael, conseguí un trabajo que me permitía tiempo libre. Me hice de un capital para poder invertir sin tener que esclavizarme en la bolsa. Y con todo eso siempre sentí que algo faltaba en mi vida. No estaba completo hasta que conocí a Karol.

Acosador (Adaptación Ruggarol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora