Me inclino hasta que mis labios tocan su cuello. Apenas le rozo la piel. Aspiro su aroma con fuerza. Embriagador. Desesperante...
De sus labios sale un suave gemido, mi corazón bombea ¿Acaso ha despertado?
Su cuerpo se remueve haciéndose para atrás, hacia mí. Queda pegada a mí anatomía, atrapa mi mano que había olvidado en su cintura y la lleva a uno de sus pechos.
¡Por Dios!
Juro que no sé qué hacer.
Mi reacción sanguínea no se hace esperar, tal vez yo soy algo lento para actuar pero algunas partes de mi cuerpo piensan por sí mismas.
Tengo una erección... una dolorosa erección que no puedo deshacer.
Y mi supuesta víctima de acoso parece notarlo porque empieza a restregarse contra mí. Sus caderas se mueven lentamente en círculos, sus manos que tienen aferrada la mía acariciaba su cuerpo con ella.
No sé si realmente duerme o está despierta.
—Ruggero— la escucho suspirar.
Me quedo de una pieza, al menos mi conciencia, porque el resto de mi cuerpo se está dando un festín sólo.
¿Por qué me llama a mí?
Su voz fue apenas un murmullo, sensual y muy suave.
Debe seguir dormida. Pero... ¿Cómo puede mencionar mi nombre en la cama que supuestamente va a compartir con su marido?
De todas formas debo averiguar si está soñando.
Me incorporo un poco para ver su rostro. Sus ojos están cerrados, aunque parecen moverse, como si en sueños estuviese mirando algo que ha captado toda su atención.
Fue una mala maniobra incorporarme, porque mis brazos tienen acceso a otros lugares y ella lleva mi mano prisionera a su entrepierna.
No puedo evitar soltar un gruñido al darme cuenta de lo caliente que está, mis dedos cobran vida propia y se mueven suavemente, buscando subir un poco aquel camisón.
Me aprieto más a ella, si está soñando conmigo le voy a dar un buen sueño.
Respiro con dificultad porque Karol se mueve cada vez más rápido, me las ingenio para usar adecuadamente los dedos y excitarla todo lo que puedo. Pronto sus gemidos se hacen audibles, quiero hacerla gritar pero temo que haya personas fuera de la habitación o si tal vez... su esposo ha decidido finalmente no tener sexo con la prostituta, puede aparecer en cualquier momento. Y allí sí seré hombre muerto. Muerto y castrado.
Karol empieza a temblar, sus espasmos me parecen deliciosos y apuro las fricciones en su zona más íntima. Puedo ver parte de su rostro ¿está teniendo un orgasmo? Esos gestos son claramente un su clímax. Es la expresión más sensual que he visto en mi jodida vida y yo sin poder hacer mucho más que esto.
Es frustrante.
Sus ojos se abren de pronto, quiero salir corriendo como un gato que acaba de copular y tiene que huir antes que la preciosa gatita lo mate.
Pero ella aún tiene sujeta mi mano. Me agazapo a su espalda como un cobarde.
¿Cómo diablos podré salir de esto, entero?
—Lionel ¿Qué me haces?— quita mi mano de su intimidad. –Debiste despertarme— trata de incorporarse pero la abrazo para mantenerla quieta.
—Suéltame, debo ir al baño— dice algo molesta. Miro hacia a la ventana ¿Cuántos segundos le tomaría a Flash salir en un par de saltos? ¿Y a este servidor? ¿Podré llegar a la libertad de la noche antes que Karol se dé cuenta que quien está detrás de ella y acaba de hacerle una masturbación, soy yo?
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Acosador (Adaptación Ruggarol)
FanfictionEl engreído Ruggero Pasquarelli es enviado a la hacienda de su familia, él odia el campo y la vida sencilla. Allí conocerá a Karol, la hija del capataz. Una muchacha rebelde quien se volverá su obsesión y también un dolor de cabeza constante. Pero e...