Lauren's POV
—V-vamos a entrar allí, Normani—Dije frotando levemente mis brazos con mis manos. Soplé mis manos, reteniendo así un poco más el calor de mis manos a mi boca.
Normani sólo asintió y entramos en una cafetería que estaba cerca de una casa de deportes. Fui a la caja y allí había un chico alto y con ojos marrones. Me miró con una sonrisa y sólo lo miré con el seño fruncido.
—Dame dos cafés y una torta de...chocolate—El chico asintió y me dio todo en un par de minutos. Caminé a la mesa en donde Normani se sentó y de verdad maldecí haber dejado que ella elija la mesa.
Estaba muy lejos de donde estaba la caja y me daba mucha flojera caminar hasta la mesa. Me rendí y caminé pesadamente hasta llegar.
—Oh, Dios—Dijo Normani. El tono que había usado para esa frase parecía un orgasmo retenido y me dio algo de asco escucharla.
—¿Sabes qué? Me iré a comer sola en la mesa de allá—Dije señalando una mesa verde que estaba justo al lado de la puerta de salida.
—No seas infantil y comamos esto. Muero de hambre—Sonrió y sólo asentí con la cabeza.
Luego de unos minutos de que terminamos todo, nos quedamos hablando de temas irrelevantes, hasta que Normani tubo que tocar un tema delicado.
—¿Y has vuelto a hablar con...? Bueno, ya sabes—Dijo quitándole importancia y comiendo un poco del pastel, que a decir verdad, había quedado un poco.
—No, no sé de qué o quien hablas—Dije apretando los ojos y los puños por debajo de la mesa.
—Lo siento, lo había olvidado. Perdoname—Dijo algo apenada, tratando de parar un poco lo que llevaba por dentro—Pero si no hablas de esto con nadie, jamás podrás sacártelo de encima, Lauren—Dijo dándome una sonrisa algo nostálgica.
—Lo sé, pero no es fácil. Hay días en los que me gustaría no estar viva ¿Sabes? Pero me siento muy egoísta por ti y por mi hermano—Dije suspirando pesadamente. Ella asintió y sólo bajó su mirada para seguir comiendo del pastel.
A los pocos minutos, el chico de la caja vino a nuestra mesa, y pude notar que sólo estábamos nosotras en aquél lugar.
—Hola...—Dijo algo tímido. Estúpido.—Quisiera saber si esta dama hermosa me daría su número—Preguntó dirigiéndose a mí.
—Quizas te de una de hostias para que dejes de ser tan idiota. Dejame en paz—Dije levantándome y tomando a Normani del brazo.
—Menuda zorra—Gritó el chico, a lo que me di vuelta y lo cumplí. Le di de hostiazos en la cara que ya no le dieron ganas de hablar.
Salimos de allí y Normani no podía aguantarse la risa. Se rio por algunos minutos y luego paró, poniéndose seria.
—¿Por qué lo golpeaste?—Preguntó en tono molesto. La miré y ella sonrió para excusarse.
—Normani, deberías entenderme—Dije mirando al suelo.—Todo esto tampoco es fácil para mí ¿Crees que de un día para otro voy a olvidarla?—Dije en un sollozo.
—Lauren, pero eso pasó hace años. Tienes que dejarla atrás—Susurraba Normani, intentando calmarme, pero no ¿Quien podría olvidar a el amor de su vida así como así? Nadie, nadie que tenga corazón.
—¡Yo la amaba, joder!—Grité empujándola lejos de mí—¡¿Podrias entenderme un poco al menos?! ¡Sólo mira como estoy y te darás cuenta de que no soy como yo o ella quisiera!—Me rompí en llanto. No podía soportar todo eso. Quizás tenga que superarla, pero es tan difícil poder olvidar su sonrisa o la manera en la que se sentía dormir a su lado.
—Lo siento. Yo me largo, no voy a soportar que cada vez que tengas tus putos ataques te lo desquites conmigo—Normani comenzó a caminar y de repente me entró un pánico indescriptible. Sentí como mi corazón se hacia pequeño dentro de mi pecho al hacerme una idea de mi vida sin Normani. Pero mi orgullo y mal genio me juegan malas pasadas todo el tiempo—¡No te vayas!—Grité desesperada desde la acera de la cafetería.
—¡Que te den Lauren!—Y esas fueron las últimas palabras de Normani para Lauren
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Espero que les haya gustado la primera parte de este fic.