5

7.5K 649 189
                                    

Al día siguiente la pequeña se levantó con un horrible dolor en el brazo izquierdo, casi no podía ni moverlo, trato de hacer lo de siempre pero no podía ni sostener la escoba pero se las ingenio para lograr arreglar el restaurante.
Cuando la anciana se levantó vio a la niña aún limpiando lo cual le molestó porque normalmente el desayuno estaba listo cuando ella se levantaba.

La anciana observó a la pequeña y cuando se dió cuenta del dolor en su brazo izquierdo maldijo internamente.

Maldita sea, yo misma acabo de arruinar a esta mocosa. Ni siquiera la empuje tan fuerte.

-¡Oye tú deja eso! -grito asustando a la pequeña que no se había dado cuenta de su presencia- ven acá.

La pequeña fue hacia la anciana con miedo, cuando estuvo a su alfrente la anciana le cogió el brazo que tanto le dolía provocando que ella pusiera una mueca de dolor.

-¿Te duele cierto? -dijo fastidiada la anciana, la niña asintió ¡maldita sea!, Sígueme.

La anciana llevo a la niña hasta su habitación, saco una caja que tenía varios medicamentos y se dispuso a vendarle el brazo.

-Esta hará que te sientas algo mejor.

Y la anciana tenía razón, el dolor había disminuido pero solo un poco, si lo pudiéramos en una escala del 1 al 10 sería 8.

-Ahora sigue haciendo las cosas.

La pequeña se dispuso a hacer el desayuno y a duras penas lo consiguió. Trato de hacer algo fácil. La anciana no le dijo nada, solo comió y le dió su desayuno, la pequeña comió con dificultad ya que solo podía usar una mano.

El resto de la mañana la anciana no le encargó que hiciera algo así que pudo descansar, pero cuando se dispuso hacer el almuerzo fue cuando el no tener el brazo izquierdo en buen estado le paso factura. No podía hacer nada, no podía cortar vegetales, ni poner la olla en la cocina. Todo se le caía, la anciana fastidiada la botó de la cocina.

-Alejate de acá quieres -dijo muy fastidiada la anciana- solo estás estorbando.

La anciana cocino ese día. La niña se pasó el resto del día en su habitación, solo se levantaba para comer.

El día siguiente fue igual, lo cual incrementaba el fastidio de la anciana.

No pienso seguir manteniendo a esa mocosa así de gratis -pensaba la anciana- si ya no me va a ser útil pues haré lo que debí hacer desde el principio.

Al día siguiente la anciana se portó, si se podría decir, algo "bien" con la niña. Le compro ropa y le dió un desayuno y almuerzo decente.

La amabilidad de la anciana preocupaba a la pequeña quien extrañada observaba el comportamiento de la anciana.

-Oye báñate bien y ponte la ropa que te compré -dijo la anciana- hoy vendrá alguien a visitarnos.

La pequeña hizo lo que la anciana le ordenó, mientras terminaba de cambiarse escucho el sonido de la puerta abriéndose.

-Llegaste!, pasa pasa, eres bienvenido -dijo la anciana a un extraño hombre, ella aún no está lista  pero hay que esperarla en la cocina.

La pequeña escucho a la anciana y fue sigilosamente hasta la cocina y se escondió atrás de la pared pudiendo escuchar  la conversación entre la anciana y el extraño.

-Te digo que es una niña muy bonita -dijo la anciana- además es muy buena con las tareas de la casa, estarás más que feliz con ella.

-Espero que eso sea cierto sinó no te pagaré nada. -dijo el extraño quien era un villano conocido de la anciana.

PLEASE // SAVE ME - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora