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Y así iban pasando los días en los cuales la pequeña seguía en manos de la vil anciana.
La rutina de la pequeña era:
Levantarse casi la 5:00 de la mañana a limpiar todo el desastre en el "restaurante", luego de eso tenía que prepararle el desayuno a la anciana quien se levantaba casi las 9 y debía hacerlo muy bien, el primer día el café le quedó muy dulce y la pobre se quedó sin comer en todo el día, ella tiene que limpiar el resto de la gran casa menos una habitación que le había sido prohibida por la anciana, y luego comenzar a preparar el almuerzo con ayuda de un recetario. En las tardes hacia cualquier cosa que le encargará la anciana. A las 6 de la tarde en adelante ella estaba en su habitación.
La pequeña desayunaba, almorzaba y cenaba un pomo de leche con 2 panes.

-¡Oye tú! -dijo la anciana- hoy vendrá alguien por la tarde así que procura limpiar bien.

La pequeña asintió con la cabeza.
Por la tarde, así como lo menciono la anciana llegó una chica.

-Así que por fin te dignas a venir -dijo la anciana haciéndole pasar- te estuve esperando toda la semana.

-Lo se, tuve mucho que hacer -respondió la chica juntando las manos como pidiendo perdón- y bien ¿Lo conseguiste?

-De me hizo difícil pero acá lo tienes -dijo mientras sacaba algo de la habitación"prohibida"- es la mejor katana que pude conseguir.

-¡Es preciosa! -dijo la muchacha emocionada sacando la katana de su empaque- y ¿Cuánto costará mi nuevo bebé?

-100000 yenes.

-Lo que sea por esta maravilla -dijo mientras hacía movimientos con la katana- ten.

-Un placer hacer negocios contigo -dijo mientras contaba los billetes- te acompaño a la puerta

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-Un placer hacer negocios contigo -dijo mientras contaba los billetes- te acompaño a la puerta.

-Esta bien -dijo guardando la katana en su empaque- ¡Oh! ¿Quien es ella? -dijo señalamiento a la pequeña que se encontraba barriendo

-Una mocosa que recogí de la calle, me es muy útil.

-Ohh ya veo... -dijo caminando hacia la pequeña- qué linda eres -dijo mirándola fijamente con una sonrisa en su rostro- ¿Cómo te llamas?

-Ni te molestes en preguntarle -dijo la anciana- esa niña tarada ni sabe hablar.

-Ohh ¿así que no sabes su nombre? -la anciana levantó los hombros con indiferencia.

-Para lo que me interesa, bueno te veo luego, mándale mis saludos a Sensei, dile que espero que se muera pronto -dijo con un tono sarcástico-

-Esta bien yo le digo -dijo sonriendo- nos vemos luego pequeña y cuando eso pase me aseguraré de ponerte un nombre muy lindo.

Dicho eso ella se fué.

-Hablar con esta me ha dado sueño -dijo caminando hacia su habitación- ¡Oye tú! Cocina que cuando me levante quiero ver mi almuerzo ya listo y hay de ti si está feo.

Dicho eso se fue y la pequeña comenzó a cocinar. Terminó antes que la anciana se levantara y al ver la deliciosa comida su estómago comenzó a rugir.

Tengo hambre -pensó inocente- quizá puedo comer solo un poco.

Justo cuando la pequeña se disponía a comer solo un poco la anciana se apareció.

-¿Qué crees que estás haciendo? -grito espantando a la pequeña- ¿Acaso planeabas robarte mi comida? -la pequeña solo negaba con la cabeza muerta de miedo- ¡Ahora te enseñaré lo que le pasa a las ladronas!

La anciana empujó tan bruscamente a la pequeña que le hizo lanzar un horrible grito de dolor, la pequeña se cogió con dolor su brazo izquierdo, al ver eso la anciana solo la encerró en su habitación sin almuerzo ni cena.

Por favor, alguien sálvenme.

PLEASE // SAVE ME - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora