Capitulo 3

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La sala de conferencias del estudio era blanca y cromada. Había un gran ficus en macetas en la esquina, y Alfred centró su atención en él. Su visión se estaba poniendo un poco borrosa en los bordes con lo duro que estaba mirando la planta verde. Los cinco estaban sentados alrededor de la mesa, esperando, como lo habían estado durante los últimos veinte minutos. Nadie hablaba realmente, excepto Francis, que intentaba hablar en voz baja y fracasar miserablemente.

La puerta se abrió y entró uno de los nuevos gerentes del grupo. Era alto y vestía un traje azul marino. La puerta se cerró tras él y se detuvo en la cabecera de la mesa de conferencias para dirigirse a los cinco jóvenes frente a él. Francis inmediatamente dejó de hablar al ver al gerente. -La grabación de Wake Up, Estados Unidos podría haber ido un poco mejor-, comenzó. -Ninguno de ustedes realmente parecía haber memorizado las respuestas a las preguntas que les habíamos dado de antemano-. Les miró fijamente a cada uno de ellos.
-Es absolutamente vital que a partir de ahora, todos se apeguen a las cosas que se les dice que digan y que no se desvíen de la línea de la compañía.

El gerente caminó alrededor de la mesa y puso sus manos sobre los hombros de Ivan. Ivan miró fijamente al frente, como si no tuviera idea de que el hombre del estudio siquiera lo estaba tocando. -A partir de ahora, estarás soltero-, dijo el gerente.
-Aparecerá disponible y todas y cada una de las relaciones se mantendrán en secreto y serán aprobadas por nosotros. Queremos mantener a esas señoritas contentas y escuchando tú música, y no harán eso si no creen que puedan tener una oportunidad con alguno de ustedes -. Hizo una pausa e hizo contacto visual con cada uno de ellos una vez más. -Por lo tanto -, dijo en voz alta. -Sin relaciones, sin enredos, nada de nada. ¿Les quedó claro?

Todos asintieron en silencio, pero Alfred frunció el ceño mientras empapaba lo que se decía. No podrían salir con nadie? ¿Nadie? Esto hizo que su beso improvisado con Arthur fuera aún peor. ¿Cómo se suponía que debían hablar de cosas y volver a la normalidad si se les prohibía tener una relación entre ellos? No es que Alfred pensara que un beso apresurado equivalía a una relación, pero él había estado esperando. Ahora esas esperanzas y sueños se desvanecieron. Alfred miró alrededor de la mesa y notó que todos los demás estaban callados y con expresiones serias. Parecía que esta noticia no era bienvenida para nadie.

-Está bien -, dijo su manager, dando vueltas y sentándose en la cabecera de la mesa. -Hablemos del ensayo de mañana, ¿de acuerdo? - Alfred se instaló para una larga y aburrida reunión. Volvió su atención al fichus e intentó no pensar cómo el verde de la planta era tan similar a los ojos de Arthur. Tenía que controlarse ... ¡y rápido!

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Esa noche, Arthur se encontró nuevamente en el bar del hotel. Estaba sentado en el mismo asiento y tomando otra mezcla de ron y coctel. No muchas personas estaban en el bar a esta hora de la tarde. La mayoría todavía estaban cenando o en reuniones de trabajo, así que Arthur estaba relativamente solo. Sin embargo, el sol se había puesto detrás de las ventanas y podía ver algunas estrellas centelleando en el cielo. Esperaba fervientemente que Francis no apareciera de nuevo.

Mirando a su alrededor, se sorprendió al ver a Alfred parado en la puerta del bar, mirando alrededor nerviosamente. Los ojos de Jones se encontraron con los suyos y la cara de Alfred sonreía. Agitó su mano y caminó hacia la silla de Arthur.

-Hola -, dijo Alfred, su voz se quebró un poco.

-Hola -, Arthur volvió a su bebida, pero mantuvo un ojo en el estadounidense mientras Alfred levantaba un taburete y se sentaba a su lado. -No te he visto en el bar antes-, comentó Arturo casualmente.

Doing it in secretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora