CAPÍTULO 12 (2/2 Final)!!!

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Un año después…

Los anfitriones de Wake Up, EE. UU. Se reían y hacían todas las preguntas correctas. Arthur sabía que no podía ser tan fácil. No habían planteado nada extraño y, después de tanto tiempo en el mundo del espectáculo, Arthur no confiaba mucho.

-Entonces- dijo el anfitrión masculino sonriéndoles con sus dientes de platino. -Ha habido mucha especulación sobre la relación entre ustedes dos. Nadie ha salido y dijo que estás saliendo.

Alfred se inclinó y tomó la mano de Arthur y el inglés lo dejó. Era tan fácil ahora. -Hemos estado saliendo por cerca de un año. Un año, dos días, tres horas y diecisiete minutos.

-Eres muy preciso- la mujer anfitriona les guiñó un ojo.

-No voy a dejar nada al azar con Artie- dijo Alfred, sonriendo. -Él es todo para mí.

-Así que ha pasado un tiempo- intervino el anfitrión masculino.
-¿Hay algo que ustedes dos no se conocen?

-No- respondió Arthur de inmediato.
 -No hay nada.

-Bueno~...-Alfred sonrió tímidamente y miró hacia abajo. -Hay una cosa.

Arthur se quedó mirando hacia él. Su boca se abrió y se cerró y lo único que zumbaba en su cerebro era "¿Alfred realmente va a lanzar algo sobre nuestras vidas delante de toda esta gente?"

Alfred se levantó lentamente y caminó alrededor de la mesa, empujándolo hacia un lado con su pie. La mujer anfitriona levantó las manos en un gesto de rendición y se rió. El anfitrión masculino estaba sonriendo. Arthur miró a Alfred con el ceño fruncido. 

-¿Qué estás haciendo?- el siseo

Sin una palabra, Alfred se dejó caer sobre una rodilla y lo miró a los ojos. Su mirada era eléctrica. -Arthur Kirkland- dijo Alfred en tono serio. 
-Te amo.

La multitud en el estudio aplaudió. Algunos de ellos agitaban carteles que decían 'Alfred and Arthur 4Ever' y otros dichos ridículos. Los aplausos eran tan fuertes que Arthur sintió un zumbido en sus oídos. -Te amo más que a nada- continuó Alfred. -Quiero pasar mi vida amándote a ti y solo a ti.

Arthur sintió que su mano se acercaba a su boca cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Las lágrimas comenzaron a llenar las esquinas de sus ojos y se quedó sin aliento. -Quiero despertarme cada mañana y amarte. Quiero terminar cada día besándote. Eres la mejor parte de mi vida.

Colocando su mano detrás de su espalda, Alfred sacó sin esfuerzo una pequeña caja negra cuadrada y la sostuvo en su mano presentándola a Arthur. -Quiero estar contigo siempre. Por favor- abrió la caja, mostrando el hermoso y brillante anillo. -Hazme el honor de ser mi esposo. Cásate conmigo. Di que te casarás conmigo.

Las lágrimas no paraban. La cara de Arthur estaba mojada y no sabía por qué al principio. Se dio cuenta de que estaba sollozando y asintiendo con la cabeza. -¡Sí!- gritó. -¡Sí, Alfred! ¡Sí, me casaré contigo!- Se lanzó a los brazos de Alfred, sin importarle el entorno público, sin preocuparse de que su propuesta fuera transmitida en vivo por todo el país. Sólo tenía ojos para su amor. Cayeron al suelo, sus miembros se entrelazaron mientras se besaban dulcemente.

Cuando Arthur se puso el anillo en el dedo, supo que no importaba a dónde lo llevara la vida, siempre estaría en casa mientras estuviera con Alfred. Alfred fue el amor. Alfred fue la vida. Se besaron al son de un aplauso resonante.

FIN.

Doing it in secretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora