No escapes

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Capítulo 5 (narra Lucka)

Como todas las noches, me desperté cuando el sol se ponía. Estaba emocionado.

Podría hablar con la humana, acariciarla, y preguntarle porque decidió intentar quitarse la vida. La verdad, tenía curiosidad y eso es algo raro en mi, a mi edad son pocas las cosas que me llaman la atención.

Me levanté y vestí, subí las escaleras que me llevaban a la habitación donde me esperaba la joven. Atada, indefensa, tal y como a mi me gustaba.

Cuando salí del armario me lleve una gran y no muy grata sorpresa.

- Pequeña, reza para que no te encuentre. - Dije enfurecido.

La cama estaba vacía, ¿como era posible? la había atado con unas esposas de doble sujeción y cierre. Me las vas a pagar pastelito, conmigo es mejor no jugar. Sabía que estaba débil, encontrarla no sería ningún problema, y entonces....pagaría

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(Narra Sara)

Dios, estaba exhausta , decir que estoy cansada se queda corto, llevaba más de dos horas y media corriendo o andando lo más rápido que las piernas me permitían.

Ayer a la noche no había muerto. Menuda novedad dado que intente suicidarme. Aún no se como, pero un hombre rubio y alto me salvó. Lo extraño fue que cuando me desperté ni estaba en mi casa ni en mi cama.

No estaba en mi hogar y además estaba atada a una cama. Todo estaba claro, mi Salvador era un psicópata, no había otra explicación, ¿que clase de persona te salva de que mueras y después te lleva a su casa y te ata a la cama?.

Si, mi vida era un cúmulo de mala suerte, muere mi abuela, luego mis padres y luego entra un loco a mi casa salvandome de un suicidio para después encadenarme.

'Bien Sara, tu historia es de cine"

Que paradójica es la vida, podría hacer una telenovela de primera con mi biografía y hacerme millonaria y en ve de eso, intento suicidarme para después arrepentirme cagada de miedo en último minuto.

Estaba anocheciendo y algo me decía que la noche no sería buena compañera. No hacía falta recurrir a mi magia para saberlo, este bosque escondía algo, criaturas demoníacas, y magia oscura. Podía sentirlo. Además, mi "loco psicópata Salvador" no estaría muy lejos. Tenía que huir, ya me lo había dicho mi abuela "si la llama es negra corre"

Corriendo recordé mi primer hechizo con la abuela.

"Flash back"

-Vamos Sarita intentarlo tu ahora- Me animaba con una de sus sonrisas juguetonas

- Abuela, no voy a ser capaz - Dije tristemente

- Si no lo intentas nunca lo sabrás princesa -Me encantaba que me llamara así.

- De acuerdo. - Estire mi mano hacia adelante con la palma para arriba y repetí en alto una y otra vez "pestitum foguers endritests'

- Concentraré muchacha.- Así me llamaba cuando se cabreaba asique me esforcé al máximo

- Pestitum foguers endritests!!

Un llama verde cobró vida en mis manos, vaya, era precioso e impresionante, me sentía poderosa por primera vez.

- BIEN! Muy bien Sara, perfecto- aplaudió. Estaba eufórica. Más que yo. adoraba verla con luz en los ojos, con vida

- ¿Porque es verde?- le pregunté

- Bueno, eso es por tu estado de ánimo, pero no te preocupes, mientras no esté negra todo ira perfecto

- Que pasa si sale negra?- Dije con terror en la voz, realmente me empezaba a asustar.

- No te asustes- se rió- en realidad, cuando sale negra es porque estas en peligro. Nuestros poderes, son mayores de lo que imaginas, incluso aunque creas estar a salvo, si la llama es negra, corre. Es una de las maneras que tienen nuestros ancestros de avisarnos del peligro. Pero tranquila, aún te queda mucho que aprender querida, todo esto lo sabrás en el momento justo.

"Fin del flash back"

El momento justo nunca llegó porque ella murió, era una novata, no sabía casi nada de magia. Por eso ahora corría. Cuando me desperté en aquella cama atada, use ese hechizo para fundir el cerrojo, y cuando lo hizo, la llama salió negra. Me acojoné porque es la la primera vez que pasa, ella dijo que sabría que hacer pero nada me ha preparado para este momento, solamente me queda el instinto.

¿Pero porque había salido negra? No pude evitar preguntarme. ¿Será por el loco desconocido? ¿O era algo peor? Lo que estaba claro es que fuese lo que fuese sí después de tanto tiempo corriendo no había encontrado una carretera en aquel bosque, no lo iba a conseguir de noche

Me senté en una roca cercana y me puse a pensar mi siguiente paso además de rezar porque el chico me diera por perdida.

El secreto de SaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora