Capítulo 14.

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    Hoy era domingo, se suponía que hoy era mi día libre, pero por culpa de los Ocurum hoy tenía que hacer lo que sea que haga hoy, Shadow me dijo ayer que iba a mi casa a las diez en punto de la mañana, recuerdo haberle dicho que preferiría que fuese por la tarde pero el me contesto que él iba a hacer lo que le diera la gana y como él era el profesor tendría que aceptarlo, así que lo acepte, pero el muy irresponsable todavía no ha venido y son las doce. La próxima vez pienso dormir todo lo que me de la gana, cuando venga que se espere...


      A las doce y media me canso de esperar, me voy a mi cuarto, a dormir un poco más, cuando voy a acostarme escucho un portazo, un señor portazo, en la planta de abajo, bajo corriendo, como alma que lleva el diablo...mejor no digo eso, cuando bajo en medio del salón está Shadow con una olla encima de su cabeza, está tirado en el suelo y mi tía está con una sartén en la mano preparada para dar el golpe de gracia...

- ¡Quieta! - Me mira y Shadow se quita la olla de encima.

- A las diez en punto estaba en tu casa lo que pasa que tu tía creía que era un Ocurum por el simple hecho de que he venido andando y no con las alas para que la gente se de cuenta que soy un demonio...

- Ella ya te conoce...

- Pensaba que no era pues Aaron me dijo ayer que los Ocurum podía transformarse en los seres que quisieran. - Dijo mi tía rápidamente.

- Me ha tenido encerrado en la cocina haciéndome un interrogatorio, cuando se ha ido de la cocina en busca de un objeto que me haga más daño que una sartén he aprovechado y he salido pues hace falta más que una cuerda atada a las muñecas y pies para dejar inmóvil a un demonio, y cuando he salido a mitad del salón me ha pillado, no me lo esperaba, ver oscuro de repente... Y me he caído y bueno...Lo demás ya lo sabes.

- ¿Qué vamos hacer hoy?

- ¿No le vas a decir nada a tu tía? Me ha tratado muy mal.

- Eres un demonio, ¿no? Debes estar acostumbrado.

- Hoy vas a aprender la otra opción, ¿recuerdas que te di a elegir?

- Sí, me acuerdo, ¿cuál era la otra?

- Que cualquier persona (no Ocurum ni demonio ni, desgraciadamente, ángel) haga lo que tu quieras.

- Y, ¿cómo hago eso?

- ¿Has escuchado alguna ves que todo está en tu mente?

- Lo tengo que visualizar, ¿no?

- Exacto, la señorita tiene premio tu premio es que practiques con tu tía, iba a hacer con una persona desconocida pero como ha pasado lo que ha pasado he cambiado de opinión.

- ¡OYE!

- Ni se te ocurra quejarte, lo que tienes que hacer es, desde aquí cerrar los ojos e imaginarte a tu dulce tía que sale al jardín...- Me fue contando lo que quería que hiciese, con este frío que hacia se va a enfermar...


      Me concentre lo pensé y abrí lo ojos para ver a mi tía salir al jardín, abrir la manguera y mojarse entera, después la manguera cambia de objetivo, ahora es Shadow, vale que no puedo hacer que los demonios haga lo que yo quiera pero las personas pueden hacer cosas a los demonios, es mi venganza por hacer que mi tía enferme, miró a Shadow con una sonrisa plasmada en mi cara.


- ¿Por qué me pasa estas cosas en esta casa?

- ¿Por qué tienes que obligarme hacer eso a mí tía?

- Ella me había...

- Ella se defendió.

- Ya, pero...

- Ni peros ni nada, por hoy he acabado.

- Ya me iba tranquila, hasta el martes. - Dicho esto Shadow se fue en su moto, mí tía estaba confusa, tenía la manguera agarrada pero no sabía porque, tampoco el porqué de estar empapada.

- Tía, deja la manguera y darte un baño con agua calentita y ponte ropa seca antes de que te pongas mala, yo mientras tanto haré chocolate caliente para todos y prepararé una peli, ¿vale?

- Haz para ti y para mí, tus primos y tu tío se han ido por ahí, diciendo que necesitaban estar sin chicas. 

- Vale.


      Dicho esto se fue para arriba, yo hice el chocolate y preparé la película, me dio tiempo a reflexionar, estaba alejando a mis amigas, creo que lo mejor es salir con ellas, no quiero que mi vida consista en aprender un nuevo poder y estar con mi familia, que me gusta, pero quiero que mi vida sea más, ellas no me llaman ya porque no hablo con ellas mucho en el instituto, así que lo mejor es llamar a Cristina, ella seguro que me contesta.


- ¿María? - Me contesta al segundo bit.

- Hola, quería decirte que estos días me ha pasado muchas cosas y que por ello he estado tan callada, que me gustaría quedar con vosotras y que todo sea como antes.

- Vale, es normal que hayas reaccionado así, ¿sabes? Que haya desaparecido tu padre ha tenido que ser espantoso para ti...

- Ha muerto, y mejor.

- Vaya, bueno ahora hablaré con las chicas, hasta mañana, María.

- Hasta mañana.



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OS QUIERO.

La Elegida. PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora