Capítulo 7.

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Sexto día


       La primera palabra que pensé cuando me levanté el lunes por la mañana fue, instituto, no tenía ganas, no había dormido nada, estuve pensando en la razón por la cuál me había aparecido esa especie de poderes, primero entender el inglés como si fuese mi propio idioma, segundo ver a los muertos (aunque fue solo al padre de Cristina, quizá no soy capaz de ver a alguien más, eso sería maravilloso), tercero, escucho mucho más de lo normal, bastantes más, me fuí a la tercera planta, y seguía escuchando todo lo que decían en la primera planta, hasta me fuí al balcón, cuarta planta, y escuche a una pareja que, creo, estaban entre 15 y 20 metros de esta casa y les escuchaba a la perfección, todas las ñoñerias, al minuto de probar si escuchaba me baje, quitando que necesitaban su intimidad, eran muy cursis.


          Cuando ya estaba vestida, baje, desayune, y me fui, andando, no cruce palabra con ningún familiar. Cuando llegue al instituto, todas mis amigas me estaban esperando, todas mirándome como si estuviesen enfadadas y con los brazos cruzados, Cristina era la única que me miraba sonriente, cuando estaba cerca, se acercó a mí y me abrazo.


- Te van a hacer un interrogatorio, después tu y yo tenemos que hablar. - Vaya, ¿qué he hecho para merecer un interrogatorio?¿De qué tengo que hablar con Cristina?

Me acerque dije un hola tímido, y empezaron a hablar todas a la vez, cuando se dieron cuenta se rieron, habló Nora, siempre fue la voz cantante.

- María, siempre, y cuando digo siempre es siempre, has quedado con nosotras los domingos, este domingo no, y no lo entiendo, ¿qué te ha pasado?

- ...Me esta diciendo...Que por eso...Os habéis puesto así...¿Enserio?

- Ya...Hemos exagerado un poquito...¿Qué te ha pasado? - Contestó Beatriz.

- Ha muerto mi padre, ahora estoy con mi tía, hermana de mi madre.

- Vaya, debes de estar pasándolo mal.- Dijo Angela.

- Sí, cuando cumpla 18 años me voy de esa casa.

- ¿Por qué? Es parte de tu familia. - Dijo Nora.

- Por cosas.

- Vale, comprendemos que haya cosas que prefieres guardártelo para tí, a todas nos pasa, ya sabes que estamos aquí para tí, ¿vale? - Dijo Nora.

- Lo se. - Todas se dirigieron para en instituto, yo también, pero Cristina me agarró.

- Creo que no pasa nada por perdernos una hora de matemáticas, las dos vamos muy bien en esa asignatura y tenemos que hablar, de muchas cosas. Dejame decirte todo lo que tengo que decirte y cuando acabe hablas tú, ¿vale?

- Vaale.

- Cuando te conocí supe que pasaba algo, tu no estabas bien, siempres fingías en que tu vida era perfecta, y lo se porque yo hacía lo mismo, mira, es muy difícil que una persona con problemas de alcohol se recuperé en...¿Minutos? Estoy segura que fue en minutos, y no es difícil, si no imposible, y tu lo consigues, siendo una desconocida, más o menos, y yo, su hija, que llevo intentándolo mucho tiempo, no lo consigo, ves a mi padre, entiendes el inglés como si fuese tu idioma...Todo es muy raro.

- Yo no se lo que me está pasando, lo único que se que no lo elegí, y también, que se me olvido llamar a tu madre, le dije que le llamaría pasada una hora o treintas minutos, para ver si estaba contigo.

- Estuvo, y no se separo de mí, ha cambiado, vuelve a ser la persona que más quería, quitando a mi padre, claro. 

- No quiero hablar más de lo que me pasa, y supongo que tu tampoco quieres hablar de lo era tu madre, enterremos lo mío y lo tuyo, no quiero hablar más de esto.- Dije, me sentía aterrada, y tenía unas ganas incontrolables de llorar, y nose porqué.


     No hay más que contar de este día, el día siguiente era  mi cumpleaños, todavía recuerdo y siento el dolor que me causó ese día, tanto físico como psicológico.



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ES UN CAPÍTULO CORTO PERO BUENO, SI TENGO GANAS ESCRIBA TAMBIÉN MAÑANA, SI NO HASTA EL FIN DE SEMANA, SERÁ LARGO, LO PROMETO.



                                                                                    OS QUIERO



La Elegida. PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora