Suni se sentó en la orilla de la playa, consciente de que Taehyung parecía tener los ojos pegados en ella. Sonrió para sí. Se sentía confundida con sus propios pensamientos, pero también tenía claro lo mucho que estaba metida en ese maldito juego con Taehyung. Le gustaba mucho, se sentía atraída a cada una de sus bromas, sus miradas furtivas y sus insinuaciones. Y se moría de ganas de seguirle el juego, pero tenía dudas.
Es solo un estúpido juego, pensaba. Pero, ¿por qué ese pensamiento no la tranquilizaba? Lo veía jugar, voltearse a mirarla, guiñarle el ojo y sentía su corazón acelerarse. Al parecer Jennie no era un obstáculo entre los dos. Pero, ¿Irene? No habían vuelto a tocar el tema desde que habían comenzado a jugar. Tal vez la había olvidado. Tal vez no...
Un chorro de agua salada le dio en plena cara, sacándola de sus pensamientos. Suni miró hacia el origen del chorro y se encontró con la sonrisa perfecta de Taehyung...
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- Yah, Suni, deja de pensar en mi y vamos a jugar... - le dijo con su voz ronca. Nada más sexy a los oídos de Suni. Se incorporó de golpe, tocándose las mejillas, verificando que estas no delataran su aturdimiento. Tomó la mano de Taehyung y se dejó llevar por la fría pero refrescante agua del océano.
Un rato después, Suni llegaba a la orilla estilando, cansada y muy, pero muy hambrienta. Agradeció sinceramente el trozo de carne empalado en brochetas que le ofreció Jin. En unos segundos, esa brocheta ya iba rumbo directo a su estómago. Los demás también se acercaron a comer a la señal de Nam desde la orilla y comieron vorazmente. Claramente a todos les había entrado gran apetito.
- Yah, Tae, pásame una cerveza del cooler que está a tu lado...- señaló Namjoon. Se produjo un silencio, tenso, todos cruzaban miradas.
Finalmente, después de unos segundos, Jennie rompió el silencio.
- Mmmm....yo pensé que habías dicho sin alcohol... - dijo mirando a Namjoon a los ojos, dubitativa.
Todos miraron al líder...
- Aish, mocosos, dejen de quejarse o me arrepentiré... ¿van a querer cerveza o no?
La risa fue general. Bastaron unos segundos para que todos tuvieran una botella con cerveza importada en la mano y brindaran felices. Hasta Jungkook
- Pásame otra, Tae, te estás acaparando el cooler...- dijo Yoongi de pronto. Taehyung se agachó al cooler para alcanzarle otra.
- Hyung, - dijo de pronto – no quedan más... - le comunicó Taehyung con los ojos como platos.
- No se preocupen, podemos ir a comprar más. Antes de llegar vi una tienda al lado de la carretera...- dijo Jin, tratando de calmar el alboroto que estaba a punto de armarse. Todos los vieron tomar las llaves de la camioneta y dirigirse a ella.
- ¡HEY HYUNG! – gritó Taehyung de pronto, corriendo detrás de Jin. Lo alcanzó y le estiró inmediatamente la mano.- Yo voy Jin, tú quedate con los chicos, Nam podría necesitarte para seguir vigilando la comida. Tú sabes que se pone nervioso y probablemente termine volteando todo...
- ¿Estás seguro, Tae? No me demoro nada...- le respondió Jin, dubitativo.
- Sí, tranquilo... Volveré en un abrir y cerrar de ojos...
- Ok, Tae, pero NO hagas ninguna estupidez, ¿entendido?- le dijo, pasándole las llaves de la camioneta. Taehyung se subió enseguida, no fuera a ser que Jin se arrepintiera. Echó a andar el vehículo, mientras observaba a Jin volver al grupo en la orilla de la playa. Una idea cruzó por su mente y lo hizo sonreír de inmediato.
Mientras calentaba el motor, bajó la ventana y se volteó hacia el grupo.
- MIN SUNI! ¿Me vas a acompañar o qué? – le gritó a todo pulmón.
Suni tardó un poco en reaccionar. Se sintió nerviosa de pronto, no solo por el panorama de encerrarse en una camioneta sola con Taehyung sino también porque en ese momento todos la miraban, expectantes a la respuesta que esta le daría. Notó al instante una ceja levantada en el rostro de Jungkook que no le gustó. Mierda. Se había dado cuenta.
- ¿Qué rayos? ¿Te vas a perder? – le gritó ella de vuelta, sarcástica. Notó la sonrisa irónica de Yoongi, sabía que él aprobaría su respuesta.
Taehyung por su parte, le colocó ojitos de cachorrito, curvando sus labios en un puchero monumental.
- Min Suni, me perderé y nunca volverás a verme... - le gritaba Taehyung desde la camioneta con la voz más aegyo que podían sus pulmones.
- ¡Tae, espérame, yo te acompañaré! – intervino Jungkook.
- ¡Eh! Kookie, espera, no! – interrumpió Suni, tomando a Jungkook de la muñeca, para evitar que avanzara. – Yo lo acompañaré.- dijo, mientras se dirigía resuelta hacia la camioneta, sin atreverse a mirar hacia atrás la reacción del maknae, o del resto de los chicos. Sentía las mejillas ardiendo, y un odio ciego hacia Taehyung por exponerla de esa forma. ¿Es que estaba loco?
Suni rodeó la camioneta y se subió al asiento del copiloto.
Odió la sonrisa amplia y cuadrada que la recibió.
- Sabía que vendrías.- le dijo Taehyung, seguro de sí mismo, mientras hacía partir la camioneta.
Suni bufó, ofendida.
- ¿Ah sí? ¿Y por qué estabas tan seguro? – le preguntó de vuelta, tratando de sonar indiferente.
De pronto sintió una mano de Taehyung pasearse en su entrepierna, presionando sus lados más sensibles. Disfrutó el breve latigazo de electricidad que recorrió su cuerpo, antes de darle una palmada a la mano, obligándola a retroceder.
- Porque, igual que yo, te mueres de estar a solas conmigo.- le dijo sin dejar de mirar al frente.
Suni maldijo en su interior. Sabía que tenía razón.
Se moría de ganas de estar a solas con él. Y tal vez ahora era el momento.
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Chingus.....Mi vida se ha vuelto caótica ultimamente, pero trataré de actualizar más seguido. Tengo muchas deudas con uds. Mil gracias por leer, votar y comentar no solo en esta historia sino en todas las que he empezado y dejado en la espera >..<
