Tres más tres es igual a cinco

Caden

Elliot.

Pitágoras.

Pitagóricos.

¿Qué es eso?.

La única vez que había oído ese nombre en mi vida fue en una clase de matemáticas en primaria a la cual ni siquiera presté mucha atención, las matemáticas nunca han sido lo mío, según mi lógica se puede vivir solo con las operaciones básicas. ¿Para qué complicarse la vida?

O bueno, eso fue lo que pensaba hasta hace unos diez minutos antes de encontrar a mi obsesión amorosa rodeado de libros de esta temática, encerrado en medio de todos ellos con un cuaderno de ejercicios más grandes que el mismo monte Everest.

¿Enserio le gustan esta clase de cosas?

Estaba con uno de sus típicos chalecos de rombos, unos lentes cayendo por el puente de su nariz y su claro cabello se veía algo desordenado - tal vez por la cantidad de veces que lo había agitado al no entender un ejercicio, si, lo observaba bastante- la hoja cuadriculada estaba llena de esquina a esquina con números que parecían de un mismo problema.

Digo, tal vez estaba terminando una tarea incompleta, pero estoy a tal punto de obsesión con él que se que nunca dejaría una tarea para última hora.

Elliot Merrer.
Sip, a pesar de que no ha faltado la chica que ha querido algo conmigo, yo simplemente no puedo apartar mis ojos de ese chico estudioso desde que tengo memoria.

Puede ser la persona más simple del mundo, y que al contrario de mí no le gusta destacar entre los otros. Ahora que lo analizo él es todo lo contrario a mí.

Para mi la clase de matemáticas es una perdida de tiempo; una hora y media donde solo bromearé con mis compañeros y reiré tontamente cuando el profesor me pida una respuesta a lo que tiene escrito en el pizarrón.
Mientras que Merrer es aquel chico que se sienta en silencio en un rincón y es el primero en terminar los exámenes, pero fuera de presumir su gran inteligencia pareciera que tuviera pánico de que cualquier persona lo notáse; caminando cabizbajo de vuelta a su pupitre, cabeza baja sobre su escritorio, solo respondiendo lo necesario a las preguntas de los demás con una sonrisa de "no me apetece hablar, perdón".

Si... Yo y Elliot somos polos opuestos

Y los opuestos se atraen.

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Inma De Noir
3+3=5
13/04/2018