Elliot

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-si tu me enseñas de matemáticas, tal vez y pueda enseñarte de sentimientos…-

Por un momento fue como si mi inseguridad se hubiera desvanecido por completo, no estaba nervioso por tener a Caden a una distancia muy corta de mi cara, he incluso diría que no me molestaba el aire tibio que se sentía por la cercanía de sus labios.
Y creo que esa era la clave de todo…

Aquello que me obstaculizaba obtener la respuesta de la gran incognita que es Caden Garder era yo mismo, yo y mis nervios,  tal vez el miedo me hacia negar todos mis cuestionamientos. Suelo ser tranquilo con todo el mundo, pero mi cerebro entra en pánico cuando Garder esta cerca. Al principio creí que era porque el me desagradaba, por lo cual me quise alejar, pero era ilógico ya que inconscientemente luego lo buscaba.

No podía entender el calor en mi estómago.

El color que subía a mis mejillas.

Por que mi mirada lo buscaba en clases.

Por que le ocultaba a mi madre su existencia cuando hablaba con ella sobre todos mis compañeros

Y creo que hace mucho tiempo lo había entendido, solo que tenía miedo del pensar de los demás, como se sentiría mi padre al saber que su hijo enrealidad no gusta de las chicas, como se sentiría mi hermano cuando supiera que enrealidad a mis 17 años sigo virgen simplemente porque nunca me apeteció intimar con chicas, o como se sentiría mi madre cuando supiera que en este momento estaba besando al chico problemático de la clase en mi habitación.

Por primera vez creo estoy comprendiendo lo que siento, se siente como si hubiera estado encerrado en mi mismo por mucho tiempo y ahora por fin puedo ser yo, por primera vez he resuelto la problemática de Caden Garder, su respuesta era yo.

Y creo que mi inconsciente quería informarme de esto hace mucho tiempo, ya que cuando aquella chica se me declaró, al percatarse de mi silencio asumío todo y antes de que yo pudiese contestar a su monólogo me dijo que no sabía que pasaba entre el chico de los piercings y yo, pero que me deseaba suerte.

Yo era la incognita.

Yo quería saber más de Caden, por el hecho de que estoy enamorado de él

Tres más tres es igual a cincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora