Caden

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No estaba mentalizado para esto.

Pensé que nos quedaríamos fuera del instituto, o que tal vez iríamos a la biblioteca, pero no me había mentalizado para pisar la casa de los Merrer.

Mis ojos recorrieron las paredes beige llenas de cuadros de fotos.

¡Hay pequeños Elliots por todas partes!

Elliot en la feria de ciencias con su listón de primer lugar, foto de Elliot en el decathlon de matemáticas con su listón de primer lugar, listón de primer lugar, primer lugar, primer lugar, primer lugar...

Creo que la presidenta tiene una ligera razón por la cual presumir a su hijo.
Claro, aparte de su atractivo.

Seguí a Elliot hasta una isla en la cocina, donde puso un vaso de jugo de naranja en frente de mi.

—¿De qué dijiste que era tu examen?— me preguntó antes de llevar el vaso de cristal a sus labios

Mierda, nunca había analizado lo hermoso que se ve este hombre simplemente bebiendo algo
Santa María ruega por este pecador.

—Es el examen semestral— respondí imitando su acción

Elliot abrió sus ojos impresionado, dejando que todo ese color miel se colara por mis pupilas.

Agh, me estoy dando asco, eso fue demasiado incluso para mí.

O sea que debo enseñarte todo lo del semestre en solamente un par de horas... —

Si, lo admito, dejar el examen semestral hasta el último día fue muy irresponsable, pero Google y yo hemos estado ocupados.

—Bien, ven conmigo, creo que puedo enseñarte todo—

¡¿El estrés esta afectando el cerebro de este niño?!  Estamos subiendo las escaleras, ¿no me estará llevando a su habitación o si?
Mierda... Prepárate pequeño corazón.

Me senté en uno de los bordes de la cama azul, mientras que el hermoso chico de espaldas a mi buscaba algo en un estante lleno de libros. Ambos estábamos callados, el silencio reinaba en esta casa.

¿Desde cuándo Caden Gardner es tímido?

Debo cambiar mi actitud, no recordaré el día que entré a la habitación de mi amor platónico como un día de nervios.

—¿Por qué no tienes ninguna foto en tu habitación? —habían diferentes maquetas con cosas que según yo estaban relacionadas con química, pero ninguna foto familiar

—No tengo mucha cercanía con mi familia— lo soltó de repente, sin vacilación. Primero me trae a su casa, venimos a su habitación y además me confiesa cosas personales sin timidez...

¿Qué estás haciendo Elliot?

Se sentó de golpe en la cama junto a mi, no sacó ningún libro de la estantería.

—Desde siempre, todo lo que conlleva relaciones sentimentales... Me cuesta entenderlo, creo que, mis sentimientos son tus matemáticas— trató de ponerlo en un ejemplo simple, se notaba que le costaba mucho hablar de ello.

Google, discúlpame, pero me atreveré a dar un paso sin ti.

Me acerqué lo más posible a Elliot, el volteó a mirarme y quedamos sólo a un par de centímetros de distancia.

—Si tu me enseñas de matemáticas, tal vez yo pueda enseñarte de sentimientos... —

Tres más tres es igual a cincoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora