I'll Regret It

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/ Jake /

** Distrito Reino Unido, Churchill: El Almacén. / 21 de junio, 10:06 a.m. **

- ¡Mierda! Dime que ese olor viene de afuera y no eres tú. –exclama Alma, cuando cierro la puerta del departamento. Se tapa la nariz casi instante y brinca del sofá donde estaba sentada en cuanto me acerco. –Dios, qué horror. Eres tú. Ya me preguntaba porque Poseidón se había tapado el hocico, te olió desde lejos. ¡Por favor, aléjate por nuestro propio bien!

- El pronóstico del tiempo no decía nada que iba hacer un calor infernal. –jadeo. Me sacudo el cabello con la mano y brincan algunas gotas de sudor. Ella arruga el ceño con desagrado.

- Pues, ¿por qué te llevaste eso, entonces? –señala el suéter mientras me lo quito y lo dejo en el sillón junto al sofá. –No vas a dejar eso aquí ¿verdad? Hay que quemarlo lo antes posible. –Ella lo mira como si fuese radioactivo.

- Estaba nublado cuando salí. –continúo explicando. Camino a la cocina, busco una botella de agua en el refrigerador y la bebo casi de un trago. –No esperaba que saliera el sol. Por lo menos, hasta que estuviera de regreso.

- Es Sacramento Bay, no hace falta ser de aquí para saber que el clima es muy cambiante. Así que admítelo de una vez, te acostumbraste al clima de New Cerora. –sus labios esbozan una sonrisita perspicaz. Me rio de ella y no digo nada, solo me dirijo a mi habitación. – ¡Olvidas esto! Y por el bien de todos los seres vivos del planeta, báñate. –toma el suéter con extremo cuidado y me lo lanza antes de volver a taparse la nariz. Sacude el cuerpo como si le diera un escalofrío y hace cara de asco. –Santo Dios, creo que acabo de perder el olfato.

- Qué dramáticos. –los miro a ella y Poseidón actuando igual.

- Yo en tu lugar, no molestaría los huéspedes de esa habitación. –advierte justo cuando voy a llamar a la puerta de Noah. –No los interrumpas, sería muy mata pasión.

- No hablas en serio ¿verdad? Son las diez de la mañana ¿y soy yo el que duerme hasta tarde? –digo incrédulo.

- No es por eso. No seas cruel, dales diez minutos. –ladea la cabeza y hace un puchero como si quisiera decirme algo, pero como no entiendo, suelta una carcajada. –Que tierno. Entiendo que no entiendas, tienes mucho tiempo en abstinencia y quizás lo hayas olvidado. No te preocupes, te lo explicaré con toda la calma del mun... -una serie de sonidos se escuchan al otro lado de la puerta. Alma suelta una carcajada por la manera en la que retrocedo para alejarme de la puerta.

- Bien. Ya entendí.

En los próximos minutos, hago el acto de caridad de tomarme una ducha, para el momento en que salgo escucho que alguien llama a la puerta y Poseidón comienza a ladrar casi al instante, deduzco que debe ser Lex porque es al único a quién todavía le ladra. Me pongo un pantalón y salgo de mi habitación con la toalla colgada en el cuello y una franela en mano.

El ladrido se detiene cuando voy a mitad del pasillo, la puerta de Noah y Hayley sigue cerrada por lo que intuyo que Alma debe haber abierto la puerta, Poseidón tuvo que haber reconocido al recién llegado.

- Tu debes ser...

- Hope. –concluyo la frase de Alma cuando salgo del pasillo. Me sorprende verla aquí, entre todas personas que conozco, no esperaba que viniera hasta aquí.

Hope nos mira a mí y a Alma de arriba bajo. Su cara cambia totalmente. Arruga ligeramente la nariz, una clara señal de que está enojada. Y estoy casi seguro de que lo que pasa por su mente y no es nada bueno.

- No puede ser, ¡Hope! No sabes cuánto tiempo tengo esperando este momento. No imaginas cuanto habla Jake de ti. –exclama Alma, extendiendo la mano. –Soy Alma, por cierto. Un placer conocerte.

DishonoredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora