Importancia de una deuda

123 10 0
                                    

**Presente: Distrito Países Bajos, Van Aken. Pico: Melena de León. / 31 de mayo, 9:47 p.m.**

Contemplo la vista que me ofrece Sacramento Bay a la distancia. Estoy ensimismado con la vista y los recuerdos, y tan absorto a mi entorno que no me doy cuenta que alguien me sigue hasta que roza con el auto.

Sacudo la cabeza para apartar cualquier pensamiento y vuelvo a pisar el acelerador. Doy un vistazo al retrovisor para identificar a mi perseguidor. Reconozco el Jaguar XK gris y blanco, es Altaír Anderson, el latoso ex policía, cuyo pasatiempo favorito es perseguirme.

Me acomodo en el asiento y me centro en la carretera. – "Esta es mi casa. Mi terreno, desgraciado." –no se lo voy a poner fácil. No voy a permitir que me atrape alguien como él.

Melena de León es conocido por ser el segundo pico más peligroso de los cuatro. Sus curvas engañosas y cerradas pueden terminar matándote si piensas ir corriendo por ellas y no andas con cuidado. También existen la pequeña posibilidad de sobrevivir, si eres un profesional en el derrape, es por eso que recomiendan no practicar aquí, es mejor ir a otro lugar.

En el pasado evitaba la montaña a toda costa, si me invitaban a correr en ella, debido a que el derrape no era mi mayor fuerte. Ahora es todo lo contrario, el último año dedique el tiempo suficiente para practicar y poder controlarlo mucho mejor, aunque no soy el mejor del mundo.

Me deslizo sin problemas por las tres primeras curvas, al igual que Anderson. Faltan casi quinientos metros de montaña, sé que la última curva es la más engañosa y peligrosa por lo que acelero para llegar a ella lo más rápido posible. Lo engañosa de esta curva es que antes de tomarla te hace pensar que lo que viene es una recta hasta el último momento.

Mi plan funciona, Anderson frena en seco cuando pilla mi engaño. Por un minuto y medio parece que lo he perdido, pero no tarda en aparecer. – "¡Que molesto eres!" –pienso frustrado mientras acelero un poco más. En un desesperado intento de huida no veo el cartel que indica el camino cerrado sino hasta el último instante.

Logro esquivar varios objetos esparcidos en la calle, por excepción del maldito camión de cemento. Para mi mala suerte, el cemento cae sobre el auto y se esparce rápidamente. Intento salir del auto pero Anderson aparece y me empuja de regreso a mi lugar.

- ¡Epa! ¡Quieto ahí! ¿A dónde crees que vas? –espeta burlón. –Tu y yo tenemos asunto que arreglar ¿recuerdas? –agrega con tono amenazante. Lo miro furioso mientras que su alegría rebosa hasta por los oídos. Aunque no dura mucho debido que un grupo de autos anuncian su llegada. El auto que lidera el grupo es un Audi R8 Coupe rojo, de él sale un viejo amigo, Dante Green. Anderson ladea la cabeza y suspira con fastidio mientras se gira hacia él.

- ¿No te dije que tienes prohibido cazar en este territorio, Alberto? –inquiere Dante con arrogancia.

- Es Altaír. –corrige con cansancio. –Y ya lo sé, pero vengo detrás de este desde lejos. –replica y me señala. –Tengo más de tres horas detrás de él. –Dante gira en mi dirección y se sorprende al verme.

- Cuanto tiempo sin verte, Jakie. –sonríe con su típica arrogancia y se vuelve de nuevo a Anderson. – ¿Cuánto por él?

- Trescientos mil. –suelta después de pensárselo. Dante recela. Yo los miro a ambos disimulando mi sorpresa, no sabía que hubiera una recompensa por mí.

- Craig, encárgate de él. –ordena a uno de sus chicos. Me encara cuando ya estoy fuera del auto. –Que sorpresa verte por aquí, no... -la llegada de un nuevo auto lo interrumpe. Ambos giramos a ver. Un Ford GT último modelo de color rojo y negro. Dante ríe con insolencia mientras yo sigo observando con intriga. –Hope... -dice con malicia. El corazón me da un vuelco. –Que interesante va estar esto. –añade.

DishonoredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora