Caleb Stonewall - Yo no me voy, Caleb.

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—¡Bella! —gritó Samford.

Le pasé el balón y él se dispuso a tirar. Íbamos a aplastar a esos del Raimon, dijese lo que dijise Jude. Habríamos sido amigos, pero él nunca había tenido que sufrir por el poder, él nunca había sido un segundón. Él siempre había destacado, pero eso se acabó, no soportaba que ese Jude siguiese con el protagonismo subido a la cabeza.

—¡Pingüino emperador número 1! —gritó David.

—¡¿También usáis las supertécnicas prohibidas?! —dijo horrorizado Jude.

Mark no consiguió parar el tiro, como era de esperar y anotamos un gol.

—Sí, ¿y qué más da? —le respondió Caleb.
Dirigí mi mirada hacia él y esbocé una pequeña sonrisa, a la vez que me miraba.

En sus labios se formó una sonrisita cínica.

—¿Cómo que qué más da? —dijo enfurecido Jude.

—Tú nunca has sufrido por conseguir destacar, Jude —le dijo Samford—. Siempre quedabas primero, ¿y nosotros? Entre las sombras.

—No...

David no podía seguir chutando, y cuando los del Raimon cantaban victoria porque no podía usar las supertécnicas prohibidas.

—¡No tan rápido! —le robé el balón a Nathan y me puse delante de la portería.

—¡No, Bella! —me gritó Jude.

No había nada que hacer.

—Tú no me mandas, Sharp. ¡Pingüino emperador número 1! —Mark lo paró, y las otras dos veces que lo tiré, también. Caí de rodillas y no pude seguir.

...

Habían pasado varios meses desde lo de la Royal Academy Reduxe. Estábamos en un partido de la selección japonesa y yo estaba en el banquillo junto a Caleb y Austin. El primero miraba el partido visiblemente enfadado.

—Vamos a hacer algunos cambios —dijo Travis. Sale Nathan y entra Austin, y sale Hurley y entra Bella.

Caleb estaba furioso. Furioso no, demasiado furioso. Pasaban partidos y él aún no había salido el campo. Me miró con odio y bufó.
¿Qué podía hacer yo? Salí al campo y le di el relevo a Hurley, que estaba notablemente cansado.

...

—Oye, ¿qué te pasa, Caleb? —le pregunté inocentemente.

El partido había acabado hacía varias horas. Estábamos en uno de los caminos del instituto por la noche.

—¿Qué me va a pasar? —dijo desviando la mirada.

—Te conozco, Stonewall —le respondí—. Sé que te ocurre algo.

Posó su mirada en mis ojos, esos ojos verdes que solían denotar odio, suficiencia, ahora mostraban miedo. Se miró los pies y volvió a mirarme.

—Somos amigos, Caleb. Puedes contármelo.

—¡Ja! ¿Amigos? Yo no tengo amigos —soltó.
Le miré con dolor y él debió notarlo, porque se suavizó la expresión de su rostro.

—¿Entonces qué soy? ¿Una conocida? ¿Una cómplice?

No respondió y miró hacia otro lado.

—Respóndeme —espeté, pero me ignoró—. Respóndeme Stonewall. ¡Te he dicho que me respondas! —le grité con furia. Él se sorprendió un poco.

—No tengo por qué hacerlo.

—¿Ni siquiera confías en mí? —susurré.

Miró a ambos lados, me cogió de la mano y me guió hacias un oscuro y sinuoso callejón.

La luz de la noche le iluminaba sus ojos verdes. Se apoyó en la pared y comenzó a hablar.

—Mi familia siempre tuvo problemas. No destacaban, éramos pobres. Mi madre me pidió que le demostrara a los demás que éramos fuertes, que no necesitábamos a los demás. Me fui reuniendo con gente que pensaba como yo. Ahora la gente sabe mi pasado y no quiere verme ni estar conmigo —me explicó.

—Caleb...

—Ahora te querrás ir, así que adelante. Por eso no quiero tener amigos. Porque sé que se irán.

—Yo no me voy, Caleb —respondí.

Él se sorprendió.

—Pues eres la primera. Además a la primera que le cuento mi propia historia yo mismo.

Se acercó a mí y dijo:

—Eres valiente, ¿sabes? Y eso me gusta.

Se lanzó hacia mí y me dio un feroz beso en los labios. Puso sus manos en mi espalda impidiendo que escapara. Yo le seguí el beso y le puse las manos en los hombros.

—Siempre supe que tenías algo que los demás no, Caleb —dije cuando nos separamos-. Y es que estoy localmente enamorada de ti, Stonewall.

—Yo también de ti, Rivers-dijo besándome de nuevo.

Abusando de abril, como no. Encima el otro día se estrenó Inazuma Eleven Ares, lo que me faltaba ya con exámenes de por medio 😅.

Bueno, aquí la historia de Caleb dedicada a chaeli12 , escrita por la desaparecida de Mega. Normalmente seré yo, Zeta, la que me dirigiré a vosotros. Me gusta siempre comentar algo al final de cada shot, como se ha podido comprobar.

¡Nos leemos! —Zeta.

One-Shots Inazuma Eleven e Inazuma Eleven GODonde viven las historias. Descúbrelo ahora